JUEVES, 1 DE MAYO DE 2025
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MAY DAY 2025! In NYC, we will join hands with workers around the world as we stand up against the right-wing billionaire agenda of Trump’s White House and in solidarity the people of Palestine.. 📅 Thurs, May 1 🕛 12PM 📍 Union Square.....Estados Unidos. The Economist sobre Trump: “Solo quedan 1360 días” para que se vaya. By Resumen Latinoamericano......,.Puerto Rico. A desafiar el gobierno mafioso de Jennifer González. By Resumen Latinoamericano ......Movimiento de La Peña del Bronx.2025. CONVOCAMOS A PROTESTA NACIONAL EN LOS EE.UU.EL 1 DE MAYO DE 2025.Melinka.2025. NEW YORK:No mientan no escondan la Verdad. SOMOS MAS DE 40 MILLONES L@S INDOCUMENTAD@S EN LOS EE.UU.Legalizacion ahora…, Dialéctica 2ªépoca dedica este Nº a los Mártires de Chicago.....,Chile. «Operación Huracán»: ¿Simple montaje policial o nuevo modelo de represión? (+video)......,Augusto “el Perro” Olivares: la desconocida e íntima historia de la primera muerte en La Moneda el 11 de septiembre de 1973......,,,
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La primavera de las filósofas en Brasil y la tendencia de las 'tradwives'. Algunas paradojas de lo femenino en el siglo XXI. Entrevista especial con Mitieli Seixas da Silva |
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Estados Unidos. The Economist sobre Trump: “Solo quedan 1360 días” para que se vaya.
By Resumen Latinoamericano on 30 abril, 2025
HispanTV, Resumen Latinoamericano, 28 de abril de 2025.
The Economist ilustró su última portada con un águila, símbolo de EE.UU., herida y vendada y señaló: “Solo quedan 1361” hasta el fin de la presidencia de Trump.
The Economist enfatiza que Donald Trump está intentando romper o distorsionar las leyes y normativas a través de una serie de órdenes ejecutivas, lo que podría conducir, si no se controla, a la “tiranía”.
A pesar del apoyo de los inversores a su elección como presidente, las decisiones de Trump en los mercados financieros, especialmente en los de bonos y acciones, han generado gran preocupación, añade la publicación.
Asimismo, The Economist destaca que los inversores y activistas económicos temen que las consecuencias de la guerra arancelaria de Trump, los déficits presupuestarios descontrolados y las políticas ineficaces puedan desencadenar una recesión en EE.UU. y un colapso del dólar.
Anteriormente, analistas de la publicación estadounidense The National Interest advirtieron que el caos generado por las políticas arancelarias de Trump ha expuesto a EE.UU. a una recesión económica.
En poco tiempo, el presidente estadounidense se ha retirado de varios tratados y organizaciones internacionales —incluido el Acuerdo de París sobre el clima y la Organización Mundial de la Salud—, ha despedido a un gran número de empleados federales y ha propuesto la confiscación de Groenlandia, el Canal de Panamá y la anexión de Canadá a Estados Unidos.
Peores primeros 100 días de un presidente estadounidense en 80 años
En la misma línea, los resultados de una encuesta conjunta realizada esta semana por tres importantes instituciones muestran un fuerte descenso en la popularidad del presidente estadounidense, Donald Trump, tras 100 días en el cargo.
El sondeo, elaborado por The Washington Post, ABC News e Ipsos, reveló que solo el 39 % de los estadounidenses aprueba el desempeño de Trump.
Estos resultados, que representan los peores primeros 100 días de un presidente en 80 años, reflejan una desaprobación generalizada: el 55 % de los estadounidenses desaprueba su gestión, y un 44 % la rechaza de forma rotunda.
En comparación, el expresidente Joe Biden registró un 59 % de aprobación en sus primeros 100 días en 2021.
En el ámbito económico, la percepción ciudadana también es abrumadoramente negativa.
Hasta un 72 % de los estadounidenses considera que las políticas económicas de Trump podrían provocar una recesión.
Además, el 73 % califica la situación económica actual del país como mala, y el 53 % opina que las condiciones han empeorado desde el inicio de su presidencia.
Respecto al poder adquisitivo, el 41 % de los encuestados afirmó que ha disminuido durante este periodo.
En cuanto a la inflación, a pesar de las promesas de Trump de controlarla, el 62 % ha notado un aumento de precios, y el 71 % sostiene que los aranceles impuestos por su gobierno han tenido un impacto negativo en los precios.
En cuanto a los aranceles, aproximadamente dos tercios de los estadounidenses (66 %) desaprueban las políticas de Trump.
Respecto a la inmigración, el apoyo a Trump ha disminuido considerablemente, pasando de un respaldo inicial generalizado a una fuerte caída en la oposición pública.
Las cifras muestran que la opinión pública está cambiando rápidamente, especialmente entre los votantes independientes, muchos de los cuales se han distanciado radicalmente de las políticas de Trump.
Estos nuevos resultados de la encuesta no solo reflejan las dificultades de Trump para conseguir la aprobación pública, sino que también presentan graves riesgos para el Partido Republicano en las próximas elecciones.
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Movimiento de La Peña del Bronx.2025.
CONVOCAMOS A PROTESTA NACIONAL EN LOS EE.UU.EL 1 DE MAYO DE 2025.Melinka.2025.
NEW YORK:No mientan no escondan la Verdad.
SOMOS MAS DE 40
MILLONES L@S
INDOCUMENTAD@S EN LOS
EE.UU.Legalizacion ahora…,
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dialectica2epoca@gmail.com
Dialéctica 2ªépoca a futuro saldrá mensualmente
debido a la escasez de material teórico.
TRAS EL ESTALLIDO LA POLICÍA CARGÓ CONTRA LOS MANIFESTANTES
Dialéctica
2ªépoca dedica este nr. al día del trabajador, en el que los medios
reaccionarios en el último siglo tratan de ridiculizar está fecha, con
los criminales asesinatos cometidos contra la clase trabajadora, con
documentos falsificados, testigos gusanos, elementos zánganos como los
fachos pobres utilizados por las fuerzas del imperialismo y que siguen
siendo hoy hostil a la clase trabajadora.
Los Mártires de Chicago
"La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad."
Corría el año de 1877 y las huelgas de los ferroviarios, las reuniones y las grandes movilizaciones en Estados Unidos eran reprimidas a balazos, golpes y prisión. Estas mismas tácticas represivas y la necesidad imperiosa por la defensa y la asociación para buscar mejoras en las condiciones de trabajo que en ese tiempo eran de semiesclavitud dieron pie a la gestación de un movimiento de resistencia y lucha de trabajadores que algunos años más tarde daría sus frutos.
En 1880 quedó conformada la federación de organizaciones de sindicatos y trade unions (Federation of Organized Trades and Labor Unions), y en 1884 se aprobó una resolución para establecer a partir del primero de mayo de 1886, mediante la Huelga General en todo EEUU, las ocho horas de trabajo. Esto despertó un interés y un apoyo generalizado, ya que por aquella época el horario de trabajo obligatorio era de 10, 12 o 14 horas diarias normalmente. De estas jornadas tampoco estaban excluidos l@s miles de niñ@s, ni por supuesto las mujeres a quienes se les pagaban salarios inferiores, sin mencionar que de por sí los salarios eran muy bajos y las condiciones de trabajo insalubres. La efervescencia fué tal en todo EEUU que los sindicatos y las trades unions aumentaban geométricamente. Por ejemplo, el número de miembros de los Caballeros del Trabajo subió de 100.000 en el verano de 1885 a 700.000 al año siguiente.
En 1885 volaba de mano en mano entre los trabajadores de EEUU una octavilla que decía:
"¡Un día de rebelión, no de descanso! (...) Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana".La víspera del Primero de Mayo, el periódico anarquista Arbeiter Zeitung, dirigido por August Spies, publicó los siguientes comentarios que muestran el tono de confrontación que imperaba:"¡Adelante con valor! El Conflicto ha comenzado. Un ejército de trabajadores asalariados está desocupado. El capitalismo esconde sus garras de tigre detrás de las murallas del orden. Obreros, que vuestra consigna sea: ¡No al compromiso! ¡Cobardes a la retaguardia! ¡Hombres al frente!"
El 1º de Mayo de 1886 la paralización de los centros de trabajo se generalizó. La huelga paralizó cerca de 12.000 fábricas a través de los EEUU. En Detroit, 11.000 trabajadores marcharon en un desfile de ocho horas. En Nueva York, una marcha con antorchas de 25.000 obreros pasó como torrente de Broadway a Union Square; 40.000 hicieron huelga. En Cincinnati un batallón obrero con 400 rifles Springfield encabezó el desfile. En Louisville, Kentucky, más de 6000 trabajadores, negros y blancos, marcharon por el Parque Nacional violando deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color. En Chicago que era el baluarte de la huelga, paró casi completamente la ciudad. 30.000 obreros hicieron huelga, aunque empresas como en la fábrica de materiales de Mc Cormick y alguna otra se dieron a la tarea de contratar esquiroles. El día 2 se realizó un mitin de los obreros despedidos de Mc Cormick para protestar por los 1.200 despidos y los brutales atropellos policiales. Mientras Spies dirigía su discurso a un grupo de 6000 a 7000 trabajadores, unos cuantos centenares fueron a recriminar su actitud a los esquiroles que en ese momento salían de la planta. Rápidamente llegó la policía, cuya acción dejó seis muertos y gran cantidad de heridos. La indignación ganó los corazones de los trabajadores movilizados. Spies corrió a las oficinas del Arbeiter Zeitung y publicó allí un manifiesto que fué distribuido en todas las reuniones obreras: "(...) Si se fusila a los trabajadores responderemos de tal manera que nuestros amos lo recuerden por mucho tiempo (...)".
Disturbios durante la concentración frente a Mc Cormick
El 3 de mayo, el crecimiento de la huelga era "alarmante". En el movimiento participaron más de 340.000 trabajadores por todo el país, 190.000 de ellos en huelga. Solo en Chicago, 80.000 hacían huelga. En este momento candente, el Arbeiter Zeitung hizo un llamamiento a la lucha armada, como siempre lo había hecho, salvo que ahora tenía un claro tono de urgencia:
"La sangre se ha vertido. Ocurrió lo que tenía que ocurrir. La milicia no ha estado entrenándose en vano. A lo largo de la historia el origen de la propiedad privada ha sido la violencia. La guerra de clases ha llegado.... En la pobre choza, mujeres y niños cubiertos de retazos lloran por marido y padre. En el palacio hacen brindis, con copas llenas de vino costoso, por la felicidad de los bandidos sangrientos del orden público. Séquense las lágrimas, pobres y condenados: anímense esclavos y tumben el sistema de latrocinio."
En las salas de reunión de los proletarios rugían intensos debates; "el tigre capitalista" efectivamente había atacado y miles debatían cómo responder. Importantes facciones querían una insurrección. Se convocó una reunión popular en la plaza Haymarket para la noche del 4 de mayo. Preocupados por la posibilidad de una emboscada, los organizadores escogieron un lugar abierto y grande con muchas rutas de escape. Después de una reñida disputa retiran su llamamiento a un mitin armado y en su lugar convocan un mitin con el mayor número de asistentes posible. El 4 de mayo, todo Chicago está en huelga.
Grandes oradores harán presencia para denunciar las últimas atrocidades cometidas
por la policía, los disparos a nuestros compañeros de clase ayer por la tarde.
¡Trabajadores armados y haced fuerte presencia!
Por la mañana la policía atacó una columna de 3000 huelguistas. Por toda la ciudad se formaron grupos de trabajadores. Al atardecer, Haymarket era una de las muchas reuniones de protesta, con 3000 participantes. Los discursos siguieron, uno tras otro, desde la parte de atrás de un vagón. Al comenzar a llover, la reunión se disolvió.
Imagen de Haymarket momentos antes de la explosión
De repente, cuando solamente quedaban 200 asistentes, un destacamento de 180 policías fuertemente armados se presentó y un oficial ordenó dispersarse, a pesar de tratarse de un mitin legal y pacífico. Cuando el capitán de policía se volvió para dar las órdenes a sus hombres, una bomba estalló en sus filas. La policía transformó a Haymarket en una zona de fuego indiscriminado, descargando salva tras salva contra la multitud, matando a varios e hiriendo a 200. En el barrio reinaba el terror; las farmacias estaban apiñadas de heridos. Siete agentes murieron, la mayoría a causa de balas de armas de la policía.
La clase dominante usó este incidente como pretexto para desatar su planeada ofensiva en las calles, en los tribunales y en la prensa. Comenzó una caza de brujas en contra, principalmente, de los anarquistas. Se clausuraron los periódicos, se allanaron las casas y locales obreros y los mítines fueron prohibidos a lo largo y ancho de todo el pais. Los medios de comunicación se abalanzaron contra todo lo que tuviera signo de revolucionario o subversivo y a los mil vientos lanzaban proclamas a la horca y al patíbulo.
El 5 de mayo en Milwaukee, la milicia del Estado respondió con una masacre sangrienta en un mitin de trabajadores; acribillaron a ocho trabajadores polacos y un alemán por violar la ley marcial. En Chicago, se llenaron las cárceles de miles de revolucionarios y huelguistas. Arrestaron a todo el equipo de imprenta del Arbeiter Zeitung y la policía detuvo a 8 anarquistas: George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebe y August Spies. Todos eran miembros de la IWPA(Asociación Internacional del Pueblo Trabajador), asociación de corte -de lo que años después se denominaría como- anarcosindicalista.
El juicio fue totalmente manipulado, en todos los sentidos, siendo mas bien un linchamiento. Se les acusaba de complicidad de asesinato aunque nunca se les pudo probar ninguna participación o relación con el incidente de la bomba ya que la mayoría no estuvo presente y uno de los dos que estuvieron presentes era el orador en el momento que la bomba fue lanzada.
No se siguió el procedimiento normal para la elección del jurado, que acabó siendo formado por hombres de negocios y un pariente de uno de los policías muertos, y en su lugar se nombró un alguacil especial quien se jactó: "estoy manejando este proceso y sé qué debo hacer. Estos tipos van a colgar de una horca con plena seguridad". Tuvieron lugar una infinidad de manipulaciones, amenazas y sobornos para que se dieran testimonios ridículos sobre conspiraciones. El asunto era simple y estaba todo muy claro; el mismo fiscal Grinnel lo dijo: "La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad". Todos fueron encontrados culpables y sentenciados a muerte, a excepción de Oscar Neebe, condenado a 15 años de prisión.
Sala del juicio durante la declaración de Parsons
La cuestión de quién arrojó la bomba se ha debatido pero jamás se ha resuelto. Parece que fue un tal Rudolf Schnaubelt y que la fabricó Louis Lingg (quien ciertamente defendía a gritos el uso de la dinamita). Una importante pregunta es quién era realmente Schnaubelt, pero no se ha encontrado respuesta.
A los condenados los llamaron a hablar antes de sentenciar los. No mostraron ni arrepentimiento ni remordimiento, era la sociedad la que estaba en juicio, no ellos:
August Spies, nacido en Alemania en 1855, era un orador ardiente:
"Hemos explicado al pueblo sus condiciones y relaciones sociales. Hemos dicho que el sistema del salario, como forma específica del desenvolvimiento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización. Al dirigirme a este tribunal lo hago como representante de una clase enfrente de los de otra clase enemiga. Podéis sentenciarme, pero al menos que se sepa que en Illinois ocho hombres fueron sentenciados a muerte por creer en un bienestar futuro, por no perder la fe en el último triunfo de la Libertad y la Justicia». Y concluyó con estas palabras: «¡Mi defensa es vuestra acusación! Las causas de mis supuestos crímenes: ¡vuestra historia! (...) Ya he expuesto mis ideas. Constituyen parte de mi mismo y si pensáis que habréis de aniquilar estas ideas, que día a día ganan más y más terreno, (...) si una vez más ustedes imponen la pena de muerte por atreverse a decir la verdad y los reto a mostrarnos cuándo hemos mentido digo, si la muerte es la pena por declarar la verdad, pues pagaré con orgullo y desafío el alto precio! ¡Llamen al verdugo!"
Alberto Parsons, nacido en EEUU en 1848:
"Yo como trabajador he expuesto lo que creía justos clamores de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y de los frutos del trabajo. Yo creo que los representantes de los millonarios de Chicago organizados os reclama nuestra inmediata extinción por medio de una muerte ignominiosa. ¿Y qué justicia es la vuestra? Este proceso se ha iniciado y se ha seguido contra nosotros, inspirado por los capitalistas, por los que creen que el pueblo no tiene más que un derecho y un deber, el de la obediencia. El capital es el sobrante acumulado del trabajo, es el producto del trabajo. La función del capital se reduce actualmente a apropiarse y confiscar para su uso exclusivo y su beneficio el sobrante del trabajo de los que crean toda la riqueza. El sistema capitalista está amparado por la ley, y de hecho la ley y el capital son una misma cosa. ¿Creéis que la guerra social se acabará estrangulándonos bárbaramente? ¡Ah no! Sobre vuestro veredicto quedará el del pueblo americano y el del mundo entero. Quedará el veredicto popular para decir que la guerra social no ha terminado por tan poca cosa."
Jorge Engel, nacido en Alemania en 1836:
"¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que tuve que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora. Sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores, de acuerdo con lo que la historia enseña. ¿En que consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizados en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar. Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quienes son sus enemigos y sus amigos."
Adolfo Fischer, nacido en Alemania en 1857:
"En todas las épocas, cuando la situación del pueblo ha llegado a un punto tal que una gran parte se queja de las injusticias existentes, la clase poseedora responde que las censuras son infundadas, y atribuye el descontento a la influencia de ambiciosos agitadores. La historia se repite. En todo tiempo los poderosos han creído que las ideas de pro se abandonarían con la supresión de algunos agitadores; hoy la burguesía cree detener el movimiento de las reivindicaciones proletarias por el sacrificio de algunos de sus defensores. Pero aunque los obstáculos que se opongan al progreso parezcan insuperables, siempre han sido vencidos, y esta vez no constituirán una excepción a la regla. Este veredicto es un golpe de muerte a la libertad de prensa, a la libertad de pensamiento, a la libertad de la palabra en este país. El pueblo tomará nota de ello. Si yo he de ser ahorcado por profesar las ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo nada que objetar. Si la muerte es la pena correlativa a nuestra ardiente pasión por la libertad de la especie humana, entonces, yo les digo muy alto, disponed de mi vida."
Luis Lingg, nacido en Alemania en 1864:
"Para nosotros la tendencia del progreso es la del anarquismo, esto es la sociedad libre sin clases ni gobernantes, una sociedad de soberanos, en la que la libertad y la igualdad económica de todos producirían un equilibrio estable con bases y condición del orden natural». (...) «Me concedéis, después de condenarme a muerte, la libertad de pronunciar mi último discurso. Me acusáis de despreciar la ley y el orden. ¿Y qué significan la ley y el orden? Yo repito que soy enemigo del orden actual y repito también que lo combatiré con todas mis fuerzas mientras tenga aliento para respirar... Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad. ¡AHORCADME!"
Surgió un gran movimiento en su defensa y se celebraron mítines por todo el mundo: Holanda, Francia, Rusia, Italia, España y por todo Estados Unidos. En Alemania, la reacción de los trabajadores sobre Haymarket perturbó tanto a Bismarck que prohibió toda reunión pública. Al aproximarse el día de la ejecución, cambiaron la sentencia de Samuel Fielden y Michael Schwab a cadena perpetua. Louis Lingg apareció muerto en su celda: un fulminante de dinamita le voló la tapa de los sesos. Sin más opciones, este fue su acto final de protesta.
Al mediodía del 11 de noviembre de 1887 sus carceleros los vinieron a buscar para llevarlos a la horca. Los cuatro (Spies, Engel, Parsons y Fischer) compañeros de lucha y de sueños emprendieron el camino entonando La Marsellesa Anarquista en aquel día que después fue sería conocido como el viernes negro.
«Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable». (Relato de la ejecución por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires)
Mucho antes, a finales de mayo de 1886, varios sectores patronales ya habían accedido a otorgar la jornada de ocho horas a varios centenares de miles de obreros.
Más de medio millón de personas asistieron al cortejo fúnebre. Años después, en 1893, Fielden, Schwab y Neebe fueron perdonados y puestos en libertad. Cada 1 de mayo, en muchos países del mundo, los anarquistas de Chicago son recordados como símbolo de dignidad de la clase trabajadora, menos en Estados Unidos. En 1938 se impuso la jornada laboral de 8 horas en todo el país.
Irónicamente, pasado más de un siglo, en los mismos Estados Unidos y en Europa, cuna del movimiento obrero revolucionario, estas conquistas obreras están siendo revertidas por gobiernos y multinacionales sin apenas disparar un solo tiro, y sin tener que llevar a nadie a la horca. Ahora todo es más sutil, los sindicatos subvencionados están a disposición del mejor postor, traicionando los mandatos y olvidando las luchas y el sacrificio personal de miles de trabajadores y trabajadoras y de quienes, desde el aciago 1886, se les conoce como "los mártires de Chicago".
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