PODER POPULAR COMUNITARIO.

DESDE LOS TERRITORIOS,LA COMUNA Y LOS BARRIOS.DESDE EL PODER DE LAS BASES Y LA DEMOCRACIA POPULAR.

domingo, 31 de octubre de 2021

La Conferencia sobre el Clima, COP26: ¿qué sabemos y por qué es importante? . Unsplash/Stephen O'Donnell...,

BOLETIN MIGUEL ENRIQUEZ.

31 DE OCTUBRE,2021

www.resumendemedioriente.org
POWER TO THE PEOPLE.

https://boletinmiguelenriquez.blogspot.com/

Pensamiento.

La Teoría de la Dependencia desde el mirador de Galeano x Claudio Katz - La Haine.

'Las Venas Abiertas...' resume y populariza con una extraordinaria belleza literaria las principales tesis de la Teoría Marxista de la Dependencia...,



Asunto: 03-La violencia política sexual es terrorismo estatal - versión digital.pdf
 


Click to Download
03-La violencia política sexual es terrorismo estatal - versión digital.pdf
 
 
0 byte


Guía básica para vivir en Glasgow – Bristoleños.com

 

La Conferencia sobre el Clima, COP26: ¿qué sabemos y por qué es importante?

 

Unsplash/Stephen O'Donnell

- 29 octubre de 2021

 

La 26ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) se celebra en Glasgow (Reino Unido).

 

Cambio climático y medioambiente

Cuando está a punto de arrancar la conferencia más importante sobre el clima, desde Noticias ONU hemos contestado a algunas de las preguntas que pueden surgir sobre la COP26, que comienza este domingo, en la ciudad escocesa de Glasgow. 

 

En un mundo sacudido por la pandemia, y cuando estamos a punto de agotar el tiempo para evitar la catástrofe climática, la trascendental Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP26 comienza, este domingo, en la ciudad escocesa de Glasgow. Lo que está en juego es importantísimo.

 

"Si no se actúa con determinación, nos estamos jugando nuestra última oportunidad, literalmente, de cambiar el rumbo de las situaciones", dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en los días previos a la reunión.

 

¿Por qué es nuestra última oportunidad?

 

Desde Noticias ONU, hemos reunido algunas respuestas a las preguntas más comunes que te pueden surgir sobre el tema.

 

Las inundaciones en Bangladesh sumergieron más del 25% del país en 2020.

Climate Visuals Countdown/Moniruzzaman Sazal

Las inundaciones en Bangladesh sumergieron más del 25% del País, en 2020.

 

Empecemos por el principio, ¿qué es la COP26?

 

La COP26, la vigésima sexta conferencia del clima, es la mayor y más importante conferencia relacionada con el clima del planeta.

 

En 1992, la ONU organizó un gran evento en Río de Janeiro, bajo el nombre de la Cumbre de la Tierra, en el que se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

 

En este tratado, las naciones acordaron "estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera", para evitar la peligrosa interferencia de la actividad humana en el sistema climático. En la actualidad, el tratado cuenta con 197 signatarios.

 

Desde 1994, año en que entró en vigor el Tratado, la ONU reúne, cada año, a casi todos los países del mundo, en cumbres mundiales sobre el clima, conocidas como las COP, que se refiere a Conferencia de las Partes.

 

Este año, se debería haber celebrado la 27ª cumbre anual pero, por el COVID-19, el 2020 no se pudo convocar; de ahí que este año celebremos la 26ª conferencia, la COP26.

 

¿Pero por qué la COP26? ¿No tenemos ya suficientes reuniones sobre el cambio climático?

 

Durante estas conferencias del clima se han negociado varias "ampliaciones" del tratado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para establecer límites jurídicamente vinculantes a las emisiones de gases de efecto invernadero para los distintos países, y definir un mecanismo de aplicación para evaluar el cumplimiento.

 

Entre estas extensiones, se encuentran el Protocolo de Kioto, de 1997, que definió los límites de emisiones para las naciones desarrolladas, que debían alcanzarse para 2012; y el Acuerdo de París, adoptado en 2015, en el que todos los países del mundo acordaron intensificar los esfuerzos para intentar limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles de la era preindustrial, e impulsar la financiación de la acción sobre el cambio climático.

 

Así que aquí es donde la COP26 se pone interesante: durante la Conferencia, entre otras cuestiones, los delegados tienen como objetivo finalizar el Reglamento de París, o las normas necesarias para aplicar el Acuerdo. Esta vez, tendrán que acordar plazos comunes sobre la frecuencia de revisión y el seguimiento de sus compromisos climáticos.

 

Básicamente, París fijó la meta: limitar el calentamiento por debajo de los dos grados centígrados (idealmente 1,5ºC), pero Glasgow es la última oportunidad para hacerlo realidad.

 

Si no se toman medidas, las emisiones mundiales seguirán aumentando en esta década. Para 2030, aumentarán alrededor de un 16,3% en comparación con los niveles de 2010.

OMM/Seyed Amin Habibi

Si no se toman medidas, las emisiones mundiales seguirán aumentando en esta década. Para 2030, aumentarán alrededor de un 16,3% en comparación con los niveles de 2010.

 

Esto nos devuelve a la cuestión inicial: ¿por qué la COP26 es nuestra última oportunidad?

 

El cambio climático ha pasado de ser un incómodo problema a una emergencia mundial que amenaza la vida del planeta en las próximas tres décadas.

 

Aunque los países han asumido nuevos compromisos y reafirmado previos antes de la COP26, el mundo se precipita hacia un peligroso aumento de la temperatura global de al menos 2,7°C, en este siglo, incluso aunque se cumplieran los objetivos de París.

 

La ciencia nos lo deja claro: un aumento de las temperaturas de esa magnitud para finales de siglo podría suponer, entre otras situaciones, aumento del 62% de zonas calcinadas debido a incendios forestales en el hemisferio norte durante el verano, la pérdida del hábitat de un tercio de los mamíferos del mundo y períodos de sequías más frecuentes, de entre cuatro y diez meses.

 

António Guterres lo califica, sin rodeos, como una "catástrofe climática", que afecta ya, de manera letal, a las zonas más vulnerables del mundo, como el África subsahariana, o los pequeños Estados insulares, que se ven azotados por la subida del nivel del mar.

 

Millones de personas ya se han visto desplazadas y han muerto debido a los desastres agravados por el cambio climático.

 

Para Guterres y para los cientos de científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, un escenario de calentamiento de 1,5°C es el "único futuro habitable para la humanidad".

 

El tiempo corre, y para tener poder limitar el calentamiento, el mundo necesita reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero, en los próximos ocho años.

 

Se trata de una tarea gigantesca que sólo podremos llevar a cabo si los líderes que asisten a la COP26 presentan planes realmente ambiciosos, con plazos concretos y con una carga de trabajo inicial para eliminar el carbón y transformar sus economías para alcanzar las llamadas cero emisiones netas.

 

¿Pero… no se habían comprometido ya países como China y Estados Unidos a alcanzar el objetivo de cero emisiones?

 

El último informe de la ONU sobre la brecha de emisiones explica que un total de 49 países, además de la Unión Europea, se han comprometido al objetivo de emisiones cero.

 

Esto abarca más de la mitad de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, más de la mitad del PIB mundial y un tercio de la población mundial. Hay once objetivos consagrados por ley, que cubren 12% de las emisiones mundiales.

 

Suena muy bien, ¿verdad? Pero, hay trampa: muchos de los compromisos retrasan las medidas de acción hasta después de 2030, lo que hace dudar que estas promesas de cero emisiones puedan realmente alcanzarse. Además, muchas de estas promesas son "vagas" e incoherentes con los compromisos presentados oficialmente, los planes de contribución determinada a nivel nacional, conocidos como NDC.

 

Esto explica, una vez más, por qué la COP26 es tan importante: "Ya ha pasado el tiempo de las sutilezas diplomáticas... Si los gobiernos, especialmente los del G20, no defienden y lideran este esfuerzo, nos dirigimos hacia un terrible sufrimiento humano", advirtió Guterres, en la Asamblea General de la ONU, esta semana.

 

Los factores ambientales pueden contribuir a una salud deficiente, especialmente entre los niños.

© CIAT/Neil Palmer

Los factores ambientales pueden contribuir a una salud deficiente, especialmente entre los niños.

 

Entonces, ¿qué es exactamente lo que se espera conseguir en la COP26?

 

Las negociaciones oficiales tienen lugar durante dos semanas. En la primera, se tratan negociaciones técnicas entre los funcionarios gubernamentales; seguidas de reuniones ministeriales y de jefes de Estado de alto nivel en la segunda semana, en la que se tomarán, o no, las decisiones finales.

 

Durante la Conferencia, se tratarán cuatro cuestiones principales, según su anfitrión, el Reino Unido:

 

1. Asegurar las cero emisiones, en todo el mundo, para mediados de siglo y mantener los 1,5 grados centígrados

Para ello, los países deben conseguir la eliminación gradual del carbón, frenar la deforestación y acelerar el cambio hacia economías más ecológicas. Los mecanismos del mercado del carbono, también, formarán parte de las negociaciones.

 

2. Adaptarse más para proteger a las comunidades y los hábitats naturales

Dado que el clima ya está cambiando, los países afectados por el cambio climático deben proteger y restaurar los ecosistemas, así como construir sistemas de defensa y alerta, e infraestructuras resistentes.

 

3. Movilizar la financiación climática

En la COP15, las naciones ricas prometieron canalizar 100.000 millones de dólares anuales a las naciones menos ricas, antes de 2020, para ayudarles a adaptarse al cambio climático y a mitigar los nuevos incrementos de las temperaturas.

Esa promesa no se ha cumplido, y la COP26 será crucial para asegurar tal financiación, con la ayuda de las instituciones financieras internacionales, así como para establecer nuevos objetivos de financiación del clima que se deben alcanzar para 2025.

 

4. Trabajar juntos para conseguirlo

Esto significa establecer colaboraciones entre los gobiernos, las empresas y la sociedad civil y, por supuesto, finalizar el Reglamento de París para que el Acuerdo sea plenamente operativo.

Además de las negociaciones formales, se espera que la COP26 establezca nuevas iniciativas y coaliciones para llevar a cabo actuaciones para combatir los efectos del cambio climático.

 

Manifestación en la COP25

UNFCCC

Manifestación en la COP25

 

¿Cómo, cuándo y dónde?

 

El evento principal se celebrará en el Scottish Event Campus, del 31 de octubre al 12 de noviembre, con la posibilidad de que se prolonguen las negociaciones uno o dos días más. Hasta el momento, hay más de 30.000 personas inscritas para asistir en representación de gobiernos, empresas, ONG y grupos de la sociedad civil.

 

Los 197 signatarios del tratado de la Convención Marco suelen reunirse en grupos o "bloques", para negociar juntos, como el G77 y China, el Grupo Africano, los países menos adelantados, el Foro Paraguas, los pequeños Estados insulares en desarrollo y la Alianza independiente de América Latina y El Caribe.

 

Las negociaciones, también, cuentan con observadores, que no participan formalmente en estas, pero que intervienen y ayudan a mantener la transparencia de ellas. Entre los observadores están las agencias de las Naciones Unidas, las organizaciones intergubernamentales, las ONG, los grupos religiosos y la prensa.

 

Pero, además de las negociaciones oficiales, habrá una conferencia, un pabellón y miles de eventos paralelos, distribuidos entre días dedicados exclusivamente a determinados temas, como la economía, la energía, la juventud y el empoderamiento público, la naturaleza, la adaptación, el género, la ciencia y la innovación, el transporte y las ciudades. 

 

La Conferencia se desarrollará en dos áreas: la Zona Azul (Scottish Events Campus) y la Zona Verde, situada en el Glasgow Science Centre.

 

La Zona Azul es un espacio gestionado por la ONU, donde se celebran las negociaciones, y para acceder a esta, los asistentes deben estar acreditados por la Secretaría de la CMNUCC. 

 

La Zona Verde está gestionada por el gobierno del Reino Unido y abierta al público. Incluirá actos, exposiciones, talleres y charlas para promover el diálogo, la concienciación, la educación y los compromisos sobre el cambio climático.

 

¿Asiste gente famosa?

 

Además de la asistencia de varios jefes de Estado y de gobierno, como el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, otros rostros conocidos que acudirán a Glasgow serán Sir David Attenborough, el defensor del pueblo de la COP26, y la activista Greta Thunberg. La Reina de Inglaterra anunció, con pesar, que, finalmente, no viajaría a la recepción principal del evento.

 

Las nuevas embajadoras de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las superestrellas del K-pop (pop coreano) Blackpink también participarán en el evento. Este grupo de música coreano publicó un vídeo antes de su aparición, en el que compartieron su mensaje para inspirar la acción climática.

 

Y en una conferencia tan grande, ¿hay alguna medida especial para el COVID-19?

 

El COVID-19 sigue siendo un gran problema en todo el mundo, pero la lucha contra la crisis climática no puede esperar, según los anfitriones de la COP26. 

 

Se prefieren las negociaciones presenciales a las virtuales, para garantizar la participación inclusiva de los países de altos y bajos ingresos, así como para asegurar el escrutinio y la transparencia.

 

Se recomienda, encarecidamente, la vacunación total de los asistentes a la Conferencia, y el Reino Unido ha puesto en marcha un programa previo para entregar vacunas a los participantes que viven en países que no tienen acceso a estas.

 

También, se aplicarán estrictos protocolos de pruebas de COVID-19. Se realizarán pruebas diarias a todos los que entren en la Zona Azul, para garantizar la salud y el bienestar de todos los participantes y de la comunidad circundante.

 

Además, hay disposiciones específicas de la COP para el régimen de viaje durante el COVID-19, que la gente encontrará al entrar en Inglaterra y Escocia. Los asistentes de algunos países tendrán que hacer cuarentena; estará financiada por el gobierno del Reino Unido, en el caso de los asistentes en circunstancias difíciles.

 

Un hombre lleva una mascarilla y guantes en un café de Glasgow, Escocia.

Unsplash/Ross Sneddon

Un hombre lleva una mascarilla y guantes en un café de Glasgow, Escocia.

 

¿Cómo puedo seguir la COP26 desde mi casa?

 

Sigue los contenidos de Noticias ONU sobre la COP26

Subscríbete al canal YouTube de la COP26

Síguenos también en Twitter

 

Actualidad en Contexto: Cambio Climático amenaza a la humanidad. - YouTube

Cambio Climático amenaza a la Humanidad

Actualidad en Contexto - teleSUR

https://www.youtube.com/watch?v=6hjau_J6GpU

 

Cómo podremos medir el éxito de la cumbre COP26 sobre el cambio climático

 

Manuel de Castro Muñoz*

BBC Mundo- 30 octubre 2021

 

Manifestantes en Glasgow

 

Del 31 de octubre al 12 de noviembre tendrá lugar en Glasgow la 26ª conferencia (COP26) de los 191 países firmantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC).

 

El principal acuerdo de la UNFCCC es conseguir estabilizar la concentración en el aire de gases invernadero a un nivel que prevenga una "interferencia peligrosa" de las actividades humanas con el sistema climático global.

 

Estas conferencias mundiales se vienen celebrando, anualmente, desde 1995.

 

La COP26 tendría que haberse realizado en 2020, pero la COVID-19 obligó a retrasarla a este año.

 

En ellas se negocian acuerdos y acciones de cooperación, a escala mundial, para alcanzar el mencionado objetivo.

 

Quizás, también te interese

 

Un adulto pasando una esfera que representa la Tierra a las anos de un niño o niña

¿Qué consecuencias tiene que hayamos superado el récord de CO2 en tres millones de años?

 

Philipp Blom

Cambio climático | "Incluso si en Occidente todos nos volviéramos veganos mañana, eso no detendría la catástrofe planetaria": Philipp Blom, autor de Lo que está en juego

 

También, se revisa periódicamente el grado de cumplimiento de los compromisos alcanzados en anteriores conferencias.

 

Los asistentes a las sesiones son delegados políticos y altos funcionarios gubernamentales de todos los países, asistidos por expertos científicos y técnicos.

 

Centrales de carbón

 

¿Qué define el éxito de una COP?

 

Desde hace algunos años, coincidiendo con estas conferencias climáticas, también se organizan diversos eventos paralelos a los que se invita a asociaciones de municipios y regiones, organizaciones científicas y sociales, grupos no gubernamentales de activistas ambientales y empresas con intereses en acciones a favor del clima.

 

Seguramente, el propósito sea captar una mayor atención de los medios de comunicación y, en esencia, de ejercer presión hacia los gobiernos para que alcancen acuerdos más ambiciosos y emprendan acciones más decididas que prevengan de un futuro cambio climático indeseable.

 

Pero, para valorar el grado de éxito de cualquiera de estas conferencias hay que atender a lo que ocurre en las sesiones negociadoras, a los compromisos que se alcancen, a la comprobación del cumplimiento de acuerdos anteriores y al alcance de la imprescindible cooperación entre todos los países.

 

Al fin y al cabo, se trata de un problema global libre de fronteras.

 

Manifestantes en Glasgow

Las manifestaciones en Glasgow ya han empezado.

 

Compromisos de reducción de emisiones

 

Esta COP26 presenta un interés especial, pues en el Acuerdo Climático de París de 2015 se fijó, precisamente, el año 2020 como el primer hito para comprobar, públicamente, el nivel de involucración de cada país en el compromiso de reducir la emisión global de gases invernadero.

 

El objetivo es evitar que el calentamiento global a final de siglo llegue a los 2 respecto a la era preindustrial y se quede en torno a 1,5, como establece el Artículo 2 del Acuerdo.

 

En 2015, se solicitó a cada uno de los países que, en función de sus respectivas capacidades, aportaran compromisos "voluntarios" para reducir las emisiones, a medio y largo plazo.

 

Estos documentos son conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, sigla por su nombre en inglés).

 

Gráfico

 

En ellos, se debían incluir varios indicadores cuantificables.

 

Entre otros, la reducción porcentual de emisiones prevista por cada país en 2030, respecto a un año de referencia.

 

Del análisis de los NDC enviados por todos los países firmantes, se concluyó que, con tales compromisos de emisiones futuras el calentamiento global, al final de siglo se estabilizaría muy por encima del objetivo acordado.

 

Por eso, el Acuerdo de París estableció que, en 2020, los países debían actualizar los NDC, con compromisos más ambiciosos para recortar las emisiones nacionales y que, en lo sucesivo, esto se repetiría cada cinco años.

 

Hasta el pasado mes de julio, 113 países habían enviado los nuevos NDC, con los que la UNFCCC ha confeccionado y publicado un informe de síntesis.

 

En él se constata la escasa reducción de emisiones a escala global que contemplan los nuevos compromisos, respecto a los remitidos en 2015.

 

Para el año 2030 apenas se corregía 6% en el total de emisiones mundiales.

 

Desigualdad en los avances

 

Pero, hay mucha desigualdad en la mejora aportada en los nuevos NDC.

 

Mientras la Unión Europea, por ejemplo, ha pasado de una reducción de emisiones del 40% a una del 55% en 2030, respecto a 1990, otros países apenas han cambiado de objetivos o utilizado métricas confusas.

 

Incluso, hay países que ni siquiera han enviado nuevos compromisos.

 

En la COP26, también, se va a revisar otra importante acción incluida en el Acuerdo de París, prevista para 2020: la aportación de los países desarrollados a un fondo de 100.000 millones de dólares anuales para ayudar a los Estados menos desarrollados en su transición a una economía baja en carbono y en la adopción de medidas para adaptarse al futuro cambio climático.

 

Un grupo de trabajadores durante los preparativos para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

Un grupo de trabajadores durante los preparativos para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

 

Pocas señales de avance hasta el momento

 

Estos son dos ejemplos que evidencian la crucial importancia de que la COP26 de Glasgow concluya con una señal positiva.

 

Puede ser más o menos ambiciosa, pero que, al menos, no provoque desaliento en una sociedad cada vez más inquieta con las evidencias del cambio climático y, sobre todo, en una juventud que tendrá que afrontar la herencia que se les deje.

 

No es fácil otorgar una calificación al grado de éxito de una conferencia que reúne a delegaciones políticas de todos los países con el propósito de negociar acuerdos para atajar un problema global, donde se confronta el grado de compromiso y responsabilidad de cada uno de ellos con tan diversos intereses económicos en juego.

 

Quizá, una forma razonable y objetiva de valorar el resultado de la COP26 sería examinando el nivel de cumplimiento de los mencionados dos compromisos prioritarios, fijados en el Acuerdo de París para el año 2020.

 

Un grupo de jovenes

La juventud va a jugar un papel importante en la presión a los gobiernos

 

Desde luego, los indicios, por ahora, son poco alentadores.

 

Como se ha dicho, la mayoría de los compromisos actualizados no presentan el grado de ambición y calidad que se esperaba.

 

Siguen estando muy alejados de la trayectoria de reducción global de emisiones que los científicos del IPCC han determinado para conseguir estabilizar el calentamiento global por debajo de 2 y cercano a 1,5.

 

Y este es un mandato vinculante para todos los países firmantes del Acuerdo de París.

 

Tampoco hay señales de la disposición de los países desarrollados para aportar, solidariamente, la ayuda financiera anual de 100.000 millones dólares a las regiones menos desarrolladas.

 

Por consiguiente, en estos momentos sólo cabe confiar en que de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno convocada, en Glasgow, para los días 1 y 2 de noviembre surjan iniciativas que corrijan, con urgencia, la escasa ambición de muchos de los actuales planes nacionales de mitigación.

 

Y que logren una cooperación más decidida y transparente entre todos los países y que consigan generar la ayuda financiera que precisan los más necesitados. Veremos.

 

* Manuel de Castro Muñoz de Lucas es catedrático de Física de la Tierra, Universidad de Castilla-La Mancha. Esta nota apareció, originalmente, en The Conversation y se publica aquí bajo una licencia de Creative Commons.

 

El mundo llega a la COP26 con el calor encendido y el liderazgo climático apagado

 

Traducción: MF / ED: EG

- Octubre 29, 2021

 

Este artículo integra la cobertura de IPS hacia la COP26 sobre cambio climático, que se desarrollará entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre en Glasgow.

 

Todo listo para acoger la COP26 en Glasgow, aunque haya escepticismo sobre la capacidad de los líderes mundiales para convertir esta conferencia climática en histórica, por comprender la urgencia de acciones ambiciosas para evitar una catástrofe planetaria. Foto: UE

 

Cuando más de 100 líderes políticos mundiales se reúnan en Escocia, en los primeros días de noviembre, la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, el futuro mismo del planeta parece depender del resultado de sus compromisos, que deberán cristalizarse el 12 de noviembre.

 

La 26 Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención sobre el Clima, que se desarrollará en Glasgow, desde el domingo 31 se reúne en medio de unos patrones meteorológicos muy cambiantes en todo el mundo, incluyendo la devastación causada por los incendios forestales en 13 Estados de Estados Unidos, además de Siberia, Turquía y Grecia, las fuertes lluvias y las graves inundaciones en el centro de China y Alemania, o las sequías en Irán, Madagascar y el sur de Angola.

 

Todo ello, anticipan los mayores expertos mundiales, anticipo de un futuro nefasto, a menos que haya cambios drásticos en los estilos de vida de los seres humanos.

 

Naciones Unidas afirma, en vísperas de la COP26, que las naciones del Grupo de los 20 (G20), de las mayores economías industriales y emergentes, son responsables de 80% de las emisiones mundiales y su liderazgo es más necesario que nunca.

 

Las decisiones que tomen, ahora, determinarán si las promesas y los compromisos hechos en el Acuerdo de París, en 2015, en la COP21, se cumplen o se incumplen, plantean los informes de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

 

Y, al menos cuatro países –China, Australia, Rusia e India– aún no han hecho nuevas promesas para reducir sus emisiones, mediante las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, sigla en inglés). Australia fue la única que hizo algún anuncio de última hora en esa dirección, en la antesala de abrirse la cumbre de dos semanas en Glasgow.

 

Los peligros inminentes, también, amenazan a las especies animales y vegetales, a los arrecifes de coral, a las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida Occidental, y proyectan un aumento del nivel del mar que amenaza la existencia misma de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), que pueden desaparecer, anegados, de la faz de la Tierra.

 

¿Llegará la COP26 a compromisos concretos? ¿O la cumbre, que es la más importante desde la de París, será otro intento en una causa perdida?

 

En una conferencia de prensa el 26 de octubre, el secretario general de la ONU, António Guterres, predijo, sin ambages, que el planeta está próximo a una “temperatura global catastrófica”.

 

“A menos de una semana de la COP26, en Glasgow, seguimos en camino hacia la catástrofe climática, incluso con los últimos anuncios realizados”, aseguró.

 

El informe sobre la Brecha de Emisiones de 2021, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) muestra que, con las actuales NDC y otros compromisos firmes de países de todo el mundo, se está en camino de un aumento catastrófico de la temperatura global, de alrededor de 2,7 grados Celsius.

 

Ahora, bien, incluso si los anuncios de los últimos días se materializan, “todavía estaríamos en camino de superar claramente los dos grados C”, aduce. Estos anuncios se refieren, esencialmente, a 2050, por lo que no está claro cómo se materializarán, pero alertan que la temperatura del planeta superara los dos grados Celsius, salvo acciones drásticas.

 

El calor está encendido, el título alarmante del informe sobre la Brecha de Emisiones de 2021. Foto: PNUMA

 

Como dice el título del informe de este año: El calor está encendido. Y como muestra el contenido del Informe, el liderazgo que se necesita está apagado. Muy lejos de lo que se necesita, planteó Gutiérrez.

 

“Sabemos que el futuro de la humanidad depende de que el aumento de la temperatura global no supere los 1,5 grados C en 2030. Y, también sabemos que, hasta ahora, las Partes del Acuerdo de París están fracasando, totalmente, en mantener este objetivo a su alcance”, afirmó.

 

Además, para la recuperación de la pospandemia de la COVID-19, hasta ahora, el informe del PNUMA estima que solo 20% de las inversiones para salir de la crisis apoyarán la economía verde.

 

Mientras los líderes mundiales se preparan para la COP26, este informe es otra estruendosa llamada de atención. “¿Cuántos más necesitamos?”, preguntó Guterres.

 

Juan Pablo Osornio, director de la cartera de Políticas Climáticas Globales de Greenpeace Internacional, dijo a IPS que “la Ciencia es muy clara: necesitamos reducciones de emisiones urgentes, drásticas y constantes, si queremos mantener el límite de 1,5°C”.

 

Cuando los gobernantes y altos funcionarios lleguen a las salas de reunión de Glasgow, dijo, sentirán la presión de actuar.

 

Las naciones que se enfrentan a amenazas existenciales y un movimiento compuesto por los pueblos indígenas, las comunidades de primera línea de costa y los jóvenes tratarán de cambiar la ecuación del coste político y de asegurarse de que se asuman compromisos concretos para reducir las emisiones.

 

“Glasgow trata, esencialmente, de a quién pertenece el mundo y de quiénes somos como seres humanos”, planteó.

 

Añadió que las negociaciones en Glasgow se centrarán en la redacción de las normas para aplicar el Acuerdo de París.

 

Estado de los compromisos climáticos actuales, las NDC, de distintos países. Gráfico: Climate Action Tracker

 

“Las normas deben proteger los medios de vida de las comunidades más expuestas a los impactos climáticos, que se enfrentan a amenazas existenciales ahora y en la juventud, y no el resultado final de la industria, que creó la crisis climática, en primer lugar”, consideró Osornio.

 

Las reglas y compromisos acordados en Glasgow, dijo, deben enviar un mensaje claro de que la era de los combustibles fósiles ha terminado y marcar un camino para que los gobiernos cooperen en la transformación necesaria para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

 

“Aunque cabe mencionar que algunos gobiernos como el de Gambia ya lo han hecho. Sin duda, esperamos que la voluntad política se incline hacia la mejora de los compromisos que nos acerquen a la reducción de las emisiones a la mitad para 2030 y nos sitúen en una senda dentro del límite de 1,5°C”, dijo el director de Greenpeace.

 

Glasgow debe crear un impulso notorio para que los gobiernos anuncien objetivos más ambiciosos y establezcan en sus territorios las políticas necesarias para aplicarlos.

 

[http://xn--puede%20leer%20aqu%20la%20versin%20en%20ingls%20de%20este%20artculo-j4f3wtb22a/]Puede leer, aquí, la versión en inglés de este artículo

 

Para Osornio, la sociedad civil hará su parte y denunciará cualquier “lavado verde” que conlleven esos anuncios, mensajes que hacen que los que hablan parezcan responsables, mientras que hacen poco o nada para cambiar sus formas contaminantes.

 

Sobre la ausencia de anuncios de nuevos compromisos, de países como Australia, China, India o Rusia, el especialista adujo que “es muy probable que veamos a estos países con nuevas promesas, mientras que China, probablemente, presente una nueva NDC, Australia anunciará su anodino objetivo de cero neto, seguido por algo similar de Rusia e India”.

 

“Las promesas a largo plazo no valen ni el papel en el que están escritas, a menos que estén ancladas en la política nacional, respaldadas por el cumplimiento y motivadas por la acción”, dijo.

 

Esa acción, remarcó, deben incluir, por ejemplo, “que se cierren las plantas de carbón y se abran los parques eólicos; que no haya más automóviles de combustión interna en las calles y sean sustituidos por un sistema de transporte seguro, cómodo, rápido y libre de carbono; y que haya ecosistemas abundantes, exuberantes y diversos en todo el mundo”.

 

Por su parte, Matthew Reading-Smith, coordinador de comunicaciones de la red mundial de la sociedad civil Civicus, con sede en Johannesburgo, dijo a IPS que era muy poco probable que la meta de 1,5°C se concrete.

 

“Incluso en los escenarios más optimistas, el objetivo de 1,5 grados es cada vez más inalcanzable. Los actuales NDC son un fracaso colectivo y no responden a la magnitud de la crisis a la que nos enfrentamos”, consideró el activista.

 

En este momento, dijo, el único país que ha presentado una NDC consistente con el objetivo de 1,5 grados es Gambia.

 

“Estas negociaciones requieren responsabilidad, y existe un desequilibrio de poder inherente a las conversaciones de la ONU, entre los países industrializados y los países del sur global. Esto se ha visto agravado por la crisis sanitaria, y las comunidades más afectadas por la crisis climática, también, están sufriendo una escasez artificial de vacunas”, dijo Reading-Smith.

 

Estas comunidades especialmente vulnerables, se lamentó, quedarán en gran medida al margen de las negociaciones físicas, que son fundamentales para exigir responsabilidades a los Estados miembros más contaminantes.

 

Un área práctica y crítica en la que los países industrializados deben rendir cuentas es su compromiso fallido de entregar, al menos, 100.000 millones de dólares al año, a los países del Sur Global, para ayudarles a adaptarse al cambio climático y mitigar el aumento de la temperatura, señaló Reading-Smith.

 

“Cumplir este objetivo es una importante prueba de fuego para conseguir los billones de dólares que se necesitan, anualmente, para detener el calentamiento global y llevar las emisiones netas de carbono a cero”, afirmó.

 

Como en todas las COP, adelantó, habrá un aluvión de promesas y declaraciones futuras, incluso de países que aún no han compartido objetivos actualizados de reducción de emisiones de carbono. Pero, hasta ahora, la cristalización de las promesas ha sido muy decepcionante.

 

“Basándonos en los más de 110 planes nacionales que ya se han presentado, podemos esperar que las promesas restantes sean poco detalladas y, lamentablemente, insuficientes para limitar el calentamiento global a 2°C”, añadió.

 

Dado que no se ha consultado a la población en el diseño de estas hojas de ruta nacionales, es más probable que los compromisos pendientes de países como China, Rusia, Australia e India reflejen los intereses de las empresas que los consejos y la ambición de los grupos de la sociedad civil, declaró.

 

Por su parte, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, declaró en vísperas de la COP26: “Es hora de dejar atrás los discursos vacíos, las promesas rotas y los compromisos incumplidos. Necesitamos que se aprueben leyes, que se apliquen programas y que las inversiones se financien rápida y adecuadamente, sin más demora”.

 

A su juicio, sólo una acción urgente y prioritaria puede mitigar o evitar desastres que tendrán impactos enormes –y, en algunos casos, letal– “en todos nosotros, especialmente en nuestros hijos y nietos”.

 

“Los Estados que asisten a la reunión de la COP26, en Glasgow, deben cumplir sus compromisos actuales de financiación del clima e, incluso, aumentarlos, y no ignorarlos por segundo año consecutivo. Tienen que movilizar, inmediatamente, recursos para mitigar el cambio climático y adaptarse a él”, demandó, con rotundidad, la máxima responsable de los Derechos Humanos en el mundo.

 

La COP26 y el capitalismo de desastre

 

No hay duda que estamos en un momento histórico decisivo, en el que las decisiones que se tomen, o se posterguen, en materia ambiental determinarán nuestro futuro más inmediato; y mientras nos debatimos en ese lance, la inercia del capitalismo nos conduce hacia el precipicio, presumiendo sus escándalos éticos.

 

Andrés Mora Ramírez - AUNA-Costa Rica

América Latina en Movimiento- 30 de octubre de 2021

 

 

En la víspera de una nueva Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se celebrará en Glasgow, del 31 de octubre al 12 de noviembre, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha emitido un comunicado en que alerta sobre el peligroso avance de la crisis climática –resultado de la acción intensiva del ser humano sobre la naturaleza–, en momentos en los que las principales economías del planeta, campañas de vacunación masiva mediante, intentan salir del atolladero en que cayeron como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. De lo que informa este organismo, se deprende una conclusión incuestionable: ni siquiera una pandemia es capaz de frenar la pulsión depredadora de la civilización capitalista.

 

Según la OMM, la abundancia de gases de efecto invernadero en la atmósfera “Volvió a alcanzar un nuevo récord el año pasado, y la tasa de aumento anual registrada fue superior a la media del período 2011-2020. Esa tendencia se ha mantenido en 2021”; los datos sobre la concentración de este tipo de gases son abrumadores: el dióxido de carbono, por ejemplo, “se sitúa en el 149% de los niveles preindustriales”, en tanto que el metano y el óxido nitroso registran niveles equivalentes a más del doble de “los niveles de 1750, el año elegido para representar el momento en que la actividad humana empezó a alterar el equilibrio natural de la Tierra”. Y, concluye el comunicado:

 

“La ralentización económica causada por la COVID-19 no tuvo ningún efecto evidente en los niveles atmosféricos de los gases de efecto invernadero ni en sus tasas de aumento, aunque sí se produjo un descenso transitorio de las nuevas emisiones. Si no se detienen las emisiones, la temperatura mundial seguirá subiendo”

 

Pero, este no ha sido el único llamado de alerta lanzado por las organizaciones científicas a la comunidad internacional y, en particular, a sus dirigencias políticas y económicas, sobre los riesgos de insistir en rumbo de acumulación y explotación de los recursos de la naturaleza vigente, sin dar paso a transformaciones de fondo. La revista científica The Lancet publicó recientemente un estudio en el que establece, entre otros escenarios de alcance inmediato, que “la recuperación pospandémica, impulsada a partir de combustibles fósiles, tendrá como consecuencias el agravamiento de la inseguridad alimentaria y las crisis climática y sanitaria, las cuales amenazan a millones de personas”. Y no hace más de un par de meses, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) presentó un nuevo informe, en el que indicaba que “las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en 1,1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad”, tendencia que se mantendrá en el futuro cercano, al punto de esperar que “la temperatura global alcance o supere los 1,5°C, o más, de calentamiento, en los próximos 20 años”.

 

No hay duda que estamos en un momento histórico decisivo, en el que las decisiones que se tomen, o se posterguen, en materia ambiental determinarán nuestro futuro más inmediato; y mientras nos debatimos en ese lance, la inercia del capitalismo nos conduce hacia el precipicio, presumiendo sus escándalos éticos: hoy, cuando conocemos con precisión la delicada climática del planeta, y contemplamos en todas partes el sufrimiento de millones de personas ante los embates sanitarios y socioeconómicos de la pandemia, las organizaciones Americans for Tax Fairness (ATF; Americanos por la Equidad Fiscal) y el Programa de Desigualdad del Institute for Policy Studies [Instituto de Estudios Políticos] informaron que “los multimillonarios de Estados Unidos se han enriquecido en 2,1 billones de dólares más durante la pandemia, y su fortuna colectiva se ha disparado en 70%, pasando de algo menos de tres billones de dólares al inicio de la crisis del COVID, el 18 de marzo de 2020, a más de cinco billones el 15 de octubre de este año”.

 

Nada de esto debiera sorprendernos (aunque, sí indignarnos), pues se trata de una contradicción intrínseca al sistema capitalista. Como sostiene el economista inglés David Harvey “es perfectamente posible que el capital continúe circulando y acumulándose en medio de catástrofes medioambientales”, toda vez que estas “generan abundantes oportunidades para que un capitalismo del desastre obtenga excelente beneficios”; de ahí su interés por “dominar los discursos ecológicos” –en los medios de comunicación, en las academias, en los foros internacionales– y gestionar las contradicciones entre naturaleza y capital “de acuerdo con sus propios intereses de clase”*.

 

Capitalismo o sobrevivencia, degradación de la naturaleza o sostenibilidad de la vida en el planeta: tal es la tensión dialéctica de nuestro tiempo. En esa disyuntiva se enmarca la COP26.

* Harvey, D. (2014). 17 contradicciones y el fin del capitalismo. Quito: Editorial IAEN. Páginas 244 y 247.

 

Greenpeace y Día del Cambio Climático:

“Acción climática es decir no a Dominga y proteger los santuarios naturales”

 

"Chile debe cerrar las termoeléctricas, terminar con las zonas de sacrificio e implementar planes de recuperación para sus habitantes, que han sido histórica y sistemáticamente vulnerados”, dijo Estefanía González, coordinadora de Campañas de Greenpeace.

 

Resultado de imagen de Radio Universidad de Chile- 24 de octubre 2021

 

 

A sólo una semana de iniciarse la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 26) en Glasgow, Escocia, la organización ambientalista llamó a “avanzar de manera firme y determinada en una ruta de acción climática: dejar de usar el carbón como combustible en el menor tiempo posible; cerrar las termoeléctricas y terminar con las zonas de sacrificio; rechazar el proyecto minero portuario Dominga y proteger los ecosistemas nativos; recuperar el agua como bien común y aprobar una Constitución Ecológica, que vele por los equilibrios de la naturaleza”.

 

Desde Greenpeace enfatizaron que, por la realidad que hoy vive el País, es más urgente que nunca la protección de los ecosistemas nativos, que son hábitat de la biodiversidad. No podemos darnos el lujo de perder más especies y dañar de manera irreversible la naturaleza, que permite la vida de la flora y fauna y, también, la nuestra.

 

En este sentido, Estefanía González, coordinadora de Campañas de Greenpeace, calificó como una “locura pretender construir un proyecto minero portuario de cielo abierto en uno de los hotspot [punto de acceso] de biodiversidad a nivel mundial […] donde habita el 80% de la población de pingüinos de Humboldt del mundo, junto a una enorme variedad de ballenas, delfines y aves, por lo que rechazar Dominga y proteger los santuarios de la naturaleza únicos en el mundo deben ser parte de la acción climática”.

 

Además, señaló “Los actuales compromisos nos llevan a un aumento de temperatura de más de 3°C lo que es una catástrofe. Para mantener el incremento en 1.5°C se debe abandonar –lo antes posible– el uso del carbón y avanzar a un 100% de energías renovables y no depender de otros combustibles fósiles, como el gas”.

 

González destacó que, en esa línea, Chile debe cerrar las termoeléctricas, terminar con las zonas de sacrificio e implementar planes de recuperación para sus habitantes, que han sido histórica y sistemáticamente vulnerados”.

 

Desde la Organización, recordaron que el último Informe del Panel de Cambio Climático (IPCC) de la ONU “fue bastante claro, al señalar que estamos llegando a punto de no retorno con respecto a la afectación de los ecosistemas y el medio ambiente”.

 

Respecto de la crisis hídrica que vive el País, Greenpeace indicó que ya hay 172 comunas de Atacama a Los Lagos con decretos de escasez hídrica, pero se prioriza el agua para las empresas extractivas y no para las personas y la naturaleza. Actualmente, existe un sobreotorgamiento de derechos de agua de tres veces, promedio a nivel nacional, cuatro veces en la Región de Biobío y siete veces en la de Valparaíso.

 

Para la activista de Greenpeace, “proteger los bosques, la vegetación nativa, salares, humedales, turberas, glaciares, ríos, acuíferos y lagos, son fundamentales para cuidar el agua y enfrentar los impactos que ya tiene el cambio climático”. Recordó que las Naciones Unidas “Reconoció que vivir en un medio ambiente limpio, sano y sostenible es fundamental para poder cumplir otros derechos humanos, como la salud. Proteger la naturaleza es proteger nuestra propia vida”.

 

Desde la Organización recalcaron que Chile debe traducir estos compromisos de contribución climática en el marco de la COP26 y en el debate constitucional.

 

“La nueva Constitución debe hacerse cargo del escenario de crisis climática y ecológica que vivimos, recuperar los bienes comunes, garantizar la protección de ecosistemas y poner en el centro del País a construir los equilibrios de la naturaleza como vía para un desarrollo justo y equitativo”, aseveraron.

 

Protegiendo el Archipiélago de Humboldt

 

WhatsApp Image 2021-10-24 at 09.28.16 (1)

 

En el marco del día del Cambio Climático, los gobernadores regionales de Coquimbo y Atacama, Krist Naranjo y Miguel Vargas, firmaron un convenio de colaboración para proteger la biodiversidad del Archipiélago de Humboldt, ubicado en las costas de las comunas de Freirían y La Higuera. La idea es transformar este sector en Área Marina Protegida de múltiples usos, frente a las amenazas que representan los proyectos mineros y portuarios Dominga y Cruz Grande. 

 

En ese sentido, el gobernador de Atacama aseguró “Esta es una clara expresión de la soberanía que es posible lograr desde las regiones. Defender los intereses territoriales involucra participación activa de la comunidad y alianzas entre los gobiernos y aquí nos hemos puesto de acuerdo con el Gobierno Regional de Coquimbo para avanzar en un proyecto único de interés regional, como es mejorar el estándar de protección en el Archipiélago de Humboldt, lo que implica ponernos de acuerdo en un plan de trabajo para dar más protección a este ecosistema único en el mundo”.

 

“Hoy, estamos llevando a cabo un hecho histórico entre Atacama y Coquimbo. Para nosotros, es muy significativo que la protección y el llamado a que esta zona sea un Área Marina Protegida de múltiples usos involucren a las dos regiones. Si, bien, Coquimbo va un poco más adelantado en esta propuesta, creemos que Atacama debe incorporarse en esa protección, porque la naturaleza es una sola, el borde costero es uno solo, y esta reserva, especialmente, tiene toda su biodiversidad contenida entre ambas regiones. Por eso, para nosotros es importante sacar adelante una sola área”, dijo, por su parte, la Gobernadora Naranjo.

 

Arranca cumbre del G20 en Roma centrada en el cambio climático

 

Policías italianos resguardan el centro de convenciones donde se celebrará la cumbre del G20 en Roma.

Policías italianos resguardan el centro de convenciones donde se celebrará la cumbre del G20 en Roma. | Foto: AP

 

- 30 octubre 2021

0

En la cumbre del G20, los asistentes conversarán sobre el cambio climático, la lucha contra la COVID-19 y otros temas globales.

 

Los líderes de las 20 principales economías del mundo se reunirán, este sábado, en Roma, para dar inicio a la primera cumbre del G20 desde la aparición del coronavirus.

 

LEA TAMBIÉN:

Piden tomar acciones ante crisis del agua por cambio climático

 

Durante los dos días de la Cumbre, los asistentes conversarán sobre el cambio climático, la lucha contra la COVID-19, la situación en Afganistán y otros temas globales.

 

En referencia al cambio climático, el secretario de la ONU, António Guterres señaló que la reunión en la capital italiana es una oportunidad de corregir la situación del calentamiento global, en vísperas de la COP-26 de Glasgow, Escocia.

 

Los efectos del coronavirus, tanto humanos como económicos, también será uno de los temas a debatir, así como la deuda de los países más pobres, que exigen, por su parte, que los desarrollados dejen de acaparar las vacunas anticovid.

 

"En los países de renta alta se administraron 133 dosis de la vacuna anticovid por cada 100 personas, mientras que en los de renta baja se han administrado cuatro dosis por cada 100", denunciaron, el viernes, varias organizaciones de la ONU, entre ellas la de la Salud (OMS).

 

En la víspera del inicio de la cumbre del G20, los ministros de Economía y Sanidad de las mayores economías del mundo publicaron un comunicado, en el que afirmaron que tomarán medidas para garantizar que 40% de la población mundial esté inoculada contra el coronavirus para finales del año y 70%, para mediados de 2022.

 

Los asistentes, también, debatirán sobre la transición al desarrollo sostenible en el marco del programa de 15 años de la ONU y el enfrentamiento a las tendencias de regionalización de la economía mundial.

 

Para garantizar la seguridad y ante las diferentes manifestaciones convocadas por organizaciones y movimientos sociales, el Gobierno italiano ordenó el despliegue de, al menos, 5.000 miembros de las fuerzas del orden, helicópteros y drones sobre la capital italiana.

 

Jóvenes se maifiestan por el clima.

Manifestación por el clima en Milán, 1 de octubre de 2021. Al acto también asistieron las activistas climáticas Vanessa Nakate y Greta Thunberg, en el centro de la imagen. Lapresse

1ero de Mayo de 2024. https:boletinmiguelenriquez.blogspot.com

Boletin: Miguel Enriquez,2024. Lucha Ideologica, Revolucion  o Reformismo,Parlamento  Burgues o Poder Popular. 1ero de Mayo de 2024. https:b...