Los indocumentados: Dos caras de la política en los Estados Unidos.
Unauthorized immigrants: Divided political views in the United States.
por Susan Berglund
Ph.D. (Historia), University of Massachusetts, Amherst. Profesora jubilada de la Universidad Central de Venezuela.
E-mail: susananneberglund@gmail.com
Resumen: El
actual debate político sobre los migrantes no autorizados
(indocumentados) ha llegado a unos extremos nunca visto antes. Para
entender por qué esto pasa, es necesario indagar sobre las causas. La
inmigración en los Estados Unidos es un tema muy estudiado, pero
recientemente el enfoque tiene que ver con una reforma comprensiva de
la ley fundamental que data de 1952. En las primeras leyes enmiendas,
se relajaron las restricciones originales pero desde los años 1970, las
enmiendas tienen más que ver con la creciente población de migrantes
indocumentados (en su mayoría mexicanos); cada nueva restricción tenía
el efecto de incrementar su presencia. Hoy en día Estados Unidos tienen
la población de indocumentados más grande en el mundo (11.2 millones).
Por casi veinte años, el debate sobre una reforma integral de la ley de
inmigración siempre explota en referencia a qué hacer con ellos;
muchos llevan años viviendo en el país con familia, y trabajo estable.
Este artículo intenta esclarecer las causas de tantas entradas
ilegales, los esfuerzos hechos para detenerlas, las medidas tomadas a
través de acciones ejecutivas del presidente Barack Obama en 2012 y
2014 para aliviar la situación y las razones reales por las que el
Congreso, particularmente la Cámara de Representantes, no solo se opone a
estas acciones sino que no ha actuado por su propia cuenta para
reformar la ley. Las fuentes utilizadas son del gobierno federal,
documentos y artículos de centros de estudio de la inmigración, y
artículos de prensa, todas disponibles en línea.
Palabras clave: inmigración, indocumentados, Estados Unidos, política, leyes.
Abstract: The
current political debate over unauthorized (undocumented) migrants has
reached extremes that have not been seen previously. To understand why
this is happening, it is necessary to investigate
the causes. Immigration in the United States is a well-studied
subject, but recently the focus is on the matter of a comprehensive
reform of the fundamental Immigration and Naturalization Act of 1952.
The first amendments to this law relaxed the original restrictions but
since the 1970s, the amendments have more to do with growing population
of unauthorized migrants (mostly Mexicans); every new restriction had
the effect of increasing their presence. At this moment, the United
States has the highest population of unauthorized immigrants (11.2
million) in the world. For almost 20 years, the debate over a
comprehensive immigration reform always comes to a halt over how to
deal with them; millions have lived in the country for years, have a
family and stable work. This article intends to clarify the causes of so
many illegal entries, the efforts made to stop them, the executive
measures issued by President Barack Obama in 2012 and 2014 to
ameliorate their situation and the real reasons why Congress,
particularly the House of Representatives, not only have opposed these
presidential actions but they themselves have not been able to pass a
reform law. Sources used in this study come from the Federal
Government, articles and studies from centers specializing in the
subject as well as articles in the press, all of which are available
online.
Keyword: immigration, unauthorized migrants, United States, politics, laws.
Recibido: 15/09/2015
Aprobado: 11/01/2016
Los
Estados Unidos hacen todo lo posible para filtrar los millones de
personas que quieren entrar. En general, se puede decir que su política
inmigratoria se basa en cuatro ejes: restricciones sobre quienes
pueden entrar; reunificación familiar; promoción de ciertas categorías
de trabajadores especializados; y protección a personas víctimas de
persecución y recientemente, de la violencia doméstica. Como resultado
de las frecuentes enmiendas a la ley fundamental de inmigración
aprobada en 1952 (Immigration and Naturalization Act o INA por
sus siglas en inglés), particularmente en cuanto a restricciones, no
hay una política inmigratoria coherente. Los factores que se deben
tomar en cuenta ya son más complejos; temas como la disponibilidad de
empleo, la situación económica, la integración social, los beneficios
públicos y los derechos humanos. Por años se ha intentado una Reforma
Comprensiva de Inmigración (conocida como CIR por sus siglas en
inglés), siempre frenada por marcadas diferencias de opinión tanto
políticas como culturales. El área de mayor desacuerdo es la
problemática de inmigrantes no autorizados (indocumentados). Cómo este
país llegó a tener la población indocumentada más grande del mundo y
por qué no ha podido resolver la situación, son los temas centrales de
este estudio.
I.- ¿Cómo entrar?
Los
Estados Unidos actualmente atraen alrededor del 20% de la inmigración
internacional, aunque solo tienen el 5% de la población mundial. Son
más de 315 millones de personas, de las cuales más de 40 millones (13%)
nacieron en el exterior, el porcentaje más alto en la historia del
país. Cada año se emite un número poco variable de visas de residencia
en categorías diferentes: 1) por tener un lazo familiar con un
ciudadano estadounidense o un residente legal permanente; 2) por una
oferta de trabajo o un negocio; 3) a través de la lotería de diversidad
(conocida comúnmente como la green card lottery).1 Además, se ofrecen visas de residencia temporal o permanente a refugiados y asilados.
No
todos los solicitantes de una visa de residencia tienen suerte;
particularmente, no es inusual que quienes aspiran a una visa por
razones de parentesco pasen años en una lista de espera. Aparte de la
limitación numérica, las leyes y regulaciones inmigratorias forman un
laberinto muy difícil de transitar con éxito; de hecho, la mayoría de
las visas ofrecidas son temporales (usualmente para turismo, negocios o
estudios). No obstante, algunas de estas personas se quedan en el país
con la visa vencida; otras pasan las fronteras sin autorización alguna.
Estos dos grupos, a menudo llamados indocumentados o no autorizados,
actualmente se estiman en unas 11.2 millones de personas y representan
casi el 25% de la población nacida en el exterior.2
Como
su situación es irregular, tienen dificultad con el acceso a
asistencia y beneficios públicos, incluyendo la educación pública;
tienden a conseguir trabajos sub-pagados, cuando los consiguen, y viven
con el miedo de ser descubiertos y deportados u obligados a salir del
país para evitar un registro legal en su contra. Puesto que muchos
inmigrantes no autorizados llegan sin su familia, y no quieren correr
el riesgo de ser aprehendidos cruzando la frontera después de visitarla,
pueden pasar años sin verla. Aunque los gobiernos locales, estatales y
aun el gobierno nacional han tomado algunas medidas para facilitar sus
condiciones de vida, la vasta mayoría de estos indocumentados sigue
viviendo en las sombras de la vida diaria.
II.- Los orígenes de la problemática de la población indocumentada
En
la década de 1970, las repercusiones de la guerra en Vietnam y el
incremento en los precios del petróleo causaron un efecto negativo en
la economía de los Estados Unidos; hubo inflación inusual, altas tasas
de interés y desempleo. Como es típico en semejantes circunstancias, se
buscaron culpables; entre otros blancos, surgió una reacción
xenofóbica que se enfocó no solo en los refugiados de la guerra sino
aún más, en los trabajadores indocumentados, que en cientos de miles,
cruzaron la frontera del sur y supuestamente quitaban el trabajo a los
desempleados nacionales. Además, también fueron acusados de abusar de
los servicios sociales y cometer crímenes, lo cual es un cuento
repetido durante tiempos difíciles no sólo en los Estados Unidos sino
en todos los países que reciben mucha inmigración, especialmente si no
es autorizada o no cuadra bien con la población que ya vive en el país.3
En 1965 hubo un cambio fundamental en algunas de las provisiones de la INA que
afectaron cómo se determinaba cuántas visas estarían disponibles; en
vez de determinar la cantidad basada en el número de inmigrantes de
determinada nacionalidad que vivían en los Estados Unidos, primero en
1890 y luego en 1910, pero en conformidad con la población en general.
Este viejo sistema de cuotas favoreció más al noroeste de Europa; la
nueva ley estipuló que se otorgaría la mitad de las visas disponibles a
cada hemisferio. Una enmienda en 1976 a la Ley de Inmigración y
Naturalización de 1965 cambió radicalmente los límites sobre el número
de personas que podrían recibir una visa para inmigrar; en vez de
hacerlo por hemisferio, se estableció un límite de 20.000 visas por
país. Los que habían entrado legalmente pero ya tenían la visa vencida,
pudieron ajustar su situación dentro del país; los que habían
entrado sin autorización tuvieron que salir y hacer una solicitud en un
consulado en el exterior donde quedaban atrapados por el limitado
número de visas. Aunque la INA fue enmendada otra vez en 1978, los cambios no afectaron las provisiones establecidas en 1976.4
Los
mexicanos fueron los inmigrantes más afectados por este cambio porque
tenían, por mucho, el más alto índice de entradas al país desde este
hemisferio; de repente, no podían conseguir una visa por la sobre
demanda para las 20.000 disponibles para México. A partir de este
momento comenzó a crecer rápidamente la población indocumentada porque
los mexicanos, en especial, siguieron cruzando la frontera del sur sin
la debida autorización, convirtiéndose en las primeras víctimas de la
nueva ley; las deportaciones crecieron y los grupos de derechos
civiles, en particular, protestaban a voces.
De
hecho, diferentes tipos de organizaciones se hacen escuchar en defensa
al inmigrante. Ya existían, por ejemplo, el Alto Comisionado para los
Refugiados de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización
Internacional para la Migración, y por supuesto, la Iglesia Católica,
entre otras denominaciones religiosas. Aparte de las organizaciones
específicamente establecidas para la defensa de los derechos civiles,
las que agrupaban gente oriunda del mismo país también levantaron sus
voces en defensa de sus connacionales. Una de ellas, establecida
originalmente en 1968 como una agrupación regional para mexicanos,
creció hasta convertirse en el Consejo Nacional de La Raza, que hoy en
día es la organización más grande en los Estados Unidos que representa
hispanos o latinos de todas las nacionalidades. Adicionalmente, hay
centros de estudio en las universidades y fundaciones que dedican sus
esfuerzos a analizar todo relacionado con la presencia de inmigrantes.
El
número cada vez mayor de noticias negativas sobre los inmigrantes no
autorizados recién llegados impulsaron la realización de estudios
documentados mostrando que estos inmigrantes no quitaban trabajo sino
más bien hacían trabajos, mal pagados, que los estadounidenses no
querían hacer, que en general agregaban valor a la economía. Su nivel
de encarcelamiento era menor que el de los nativos y los impuestos que
pagaban sumaban más que los beneficios que recibían.
Una comisión autorizada como parte de la enmienda de 1978 a la INA,
estudió la situación a lo largo y ancho del país. En junio de 1981,
emitió su reporte. Recomendó una revisión profunda de la ley de
inmigración enfocada en provisiones para 1) prohibir el empleo de
trabajadores indocumentados y sancionar los dueños de negocios que los
empleaban; 2) obligar a trabajadores que buscaban un empleo a mostrar
documentos que validaran su estatus legal inmigratorio; 3) una amnistía
para los trabajadores agrícolas y los que habían residido en los
Estados Unidos por cinco años; 4) expandir el número de visas para
familiares; 5) reforzar la seguridad de la frontera del sur.5
Después de cinco años de debate sobre una reforma, se aprobó una nueva ley, la Reforma y Control de la Inmigración (IRCA por
sus siglas en inglés) en 1986. La ley cubrió los puntos incluidos en
el reporte y un resultado fue la legalización de aproximadamente 1.6
millones de personas bajo la provisión de una amnistía general y 1.1
millones bajo la provisión de dar amnistía a los trabajadores agrícolas
estacionales que habían pasado un cierto número de días en los Estados
Unidos. Hubo una condición nueva para conseguir la legalización; el
solicitante tenía que mostrar competencia básica en inglés y
conocimientos básicos de la historia cívica de los Estados Unidos;
ambos son requisitos para optar a la ciudadanía. Una vez aprobados
estos conocimientos, podrían optar a naturalizarse tan pronto pasaran
los cinco años de espera. También, como en todas las nuevas leyes o
enmiendas referentes a la inmigración, hubo provisiones para reforzar la
seguridad de las fronteras con el fin de frenar la entrada ilegal.6
No
obstante, esta ley no fue particularmente efectiva, aparte de las
legalizaciones. Los migrantes seguían cruzando la frontera sin
autorización y no todos los ya presentes en el país cumplieron con los
requisitos para solicitar la legalización de su estatus, en parte por
la provisión de haber estado en el país para la fecha del primero de
enero de 1982. Los migrantes en busca de empleo crearon demanda para
documentos falsificados y los empleadores no insistían mucho en la
revisión de los papeles; desde este momento, el sector de negocios hizo
presión al Congreso para que no fortaleciera esta sección de la ley y
las agrupaciones anti-inmigración comenzaron lo que es su lucha hasta
el día de hoy: No a la amnistía sin un efectivo control sobre las
fronteras.7
En
1990 el gobierno trató de remediar algunas de las lagunas en la ley,
facilitando la estadía de miembros familiares que ya vivían en los
Estados Unidos cuando se aplicó la amnistía de 1986; también amplió el
número de visas no solo para familiares sino en distintas áreas de
trabajo. El estatus de protección temporal permitió al Departamento
de Justicia decidir que nacionales de ciertos países podrían trabajar y
ser protegidos de deportación, cuando existían situaciones de
conflicto armado o desastre natural en su país de origen. Aunque no fue
una solución permanente, abrió un compás de espera a estos inmigrantes
para decidir si regresar a su país o comenzar el proceso para lograr un
estatus legal permanente. A pesar de que la ley incluía aspectos de
mayor control fronterizo, todavía fueron vistos como insuficientes.8
Durante
los años de 1990, el creciente número de los indocumentados mexicanos
fue visto como un problema importante en California, en aquel entonces
la frontera más utilizada para cruzar a los Estados Unidos. En las
elecciones estatales de 1994, se incluyó un referéndum sobre la llamada
Prop 187 que fue aprobada por los electores (59%-41%) y luego
convertido en ley por el estado de California. Su propósito fue excluir
los inmigrantes no autorizados del acceso a los servicios costeados
parcial o totalmente por el estado, como servicios sociales, de la
salud (excluyendo emergencias), y la educación pública. La ley también
requirió que cuando las autoridades sospechaban o sabían que se trataba
de una persona indocumentada, debían reportarla al Servicio de
Inmigración y Naturalización (INS por sus siglas en inglés),
coloquialmente conocido como la migra. Además, la ley calificó como
una felonía la creación, distribución o uso de documentos fraudulentos
con el intento de encubrir el estatus real de un inmigrante no
autorizado, pero esta ley fue suspendida casi en seguida por un tribunal
federal mientras que otros estados intentaron aprobar leyes parecidas.9
De los 3.5 millones de indocumentados estimados para 1990, la cifra creció a 5.7 millones (+/- 525.000) in 1995.10
Para el año 1996, Prop 187 y los que abogaron por leyes similares en
otros estados habían planteado un reto al congreso nacional para
aprobar la legislación que controlaría la crisis causada por los
indocumentados; el resultado fue la legislación más punitiva con respeto
a los derechos y beneficios de los inmigrantes desde la década de
1920. La ley, Illegal Immigration Reform and Immigrant Responsibility (IIRAIRA por
sus siglas en inglés) requirió prueba de ingresos suficientes para
poder solicitar visas para otros miembros de la familia, deportación
expedita para los que intentaran entrar con documentos falsos o sin
documentos, detención obligatoria para ciertos crímenes (con su
respectivo informe al INS) y expansión de las bases de
inadmisión y deportación especificadas en una lista nueva de crímenes.
Si un inmigrante, sin estatus legal durante un año, dejaba el país y
luego entraba de nuevo o intentaba hacerlo, el hecho era anotado en su
prontuario y se le prohibía solicitar un ajuste por 10 años. Para los
indocumentados, el acceso a casi todos los beneficios de asistencia
pública fue negado; esta ley también incluyó medidas para fortalecer la
seguridad en la frontera.11 Una vez más, los mexicanos fueron el grupo más afectado.12
El
resultado fue un creciente temor de indicar que no se tenía un estatus
legal; los miembros indocumentados de una familia procuraron vivir
fuera de la vista oficial. Los inmigrantes de México y América Central
que antes cruzaban la frontera sin preocuparse demasiado, permanecieron
dentro de los Estados Unidos. Además, el tráfico de indocumentados
guiados por los coyotes (traficantes de personas) se incrementó.
Durante los siguientes 10 años, la población indocumentada creció a
11.1 millones de personas (+/- 150.000), llegando a 12.2 millones en
2007 (+/- 160.000).13 Los indocumentados en ese año
comprendían el 30% de la población nacida en el exterior y casi el 70%
eran originarios de México y América Central. Otras regiones con un
número significante de población indocumentada incluyeron Asia (11%),
Sur América (7%), el Caribe (4%) y el Medio Oriente (menos del 2%).14
III.- Cómo cerrar el acceso fronterizo ilegal
Aunque
el flujo de inmigrantes mexicanos no autorizados comenzó a disminuir
en 1997, y desde 2001 fue superado por el número que entra legalmente,
la inmigración no autorizada originaria de otros países tampoco ha
cesado.15 Los asiáticos llegan con la ayuda de los llamados snakeheads (su
equivalente a los coyotes) y los coyotes siguen activos, no solo en el
cruce ilegal de mexicanos sino de gente de otros países que logra
entrar a México sólo para cruzar la frontera del norte. De mucha
importancia en los últimos años son los migrantes de América Central,
particularmente de Guatemala, El Salvador y Honduras (región llamada el
Triángulo Norte); ellos están escapando de la incesante violencia en
sus países natales, causada no tanto por traficantes de drogas, como se
suele suponer, sino por pandillas criminales, conocidas como Maras.
Los
centroamericanos llegan como pueden a la frontera sur de México y,
desde allí, muchos viajan hacia el norte encima del tren de cargo
conocido como La Bestia. Tan común es ver esta gente en su viaje al
norte que algunas mujeres generosas esperan la llegada del tren para
ofrecerles comida y bebida.16 El viaje en este tren (que
tiene su propia página en Facebook) es sumamente peligroso, no solo
porque viajan encima o entre los vagones, sino porque son frecuentes los
ataques criminales, para robar o secuestrar a los migrantes. El
gobierno de México ha tratado de impedir que se monten al tren, pero
aunque ahora es menor el número, lo hacen en nuevos lugares donde el
tren tiene que ir más despacio; otros migrantes, a menudo con la ayuda
de guías o coyotes, tienden a caminar, viajar por el mar de la costa
oriental, pedir aventones o usar buses. Actualmente, el cruce de la
frontera norte por la región Valle del Río Grande (Río Bravo) en el
sureste de Texas es el más utilizado porque es el más cercano para los
migrantes de América Central.17
México
tenía provisiones muy fuertes en su Ley General de Población de 1974
contra la inmigración no autorizada que no se cumplieron con
consistencia. La entrada ilegal se penaba con 2 años de cárcel,
documentos fraudulentos también podían conducir a la cárcel, así como
el acto de evitar la deportación; volver a ingresar sin documentos
después de ser deportado recibía una pena de 10 años de prisión; era
legal deportar a los extranjeros sin darles el derecho al debido
proceso.
De
hecho, en vista del éxodo de su propia población hacia los Estados
Unidos en busca de trabajo, México no tenía interés en promover la
inmigración. Desde los años 90, México reclamaba a los Estados Unidos
por su trato abusivo a los ciudadanos mexicanos indocumentados,
mientras que los Estados Unidos respondían que el trato a los migrantes
no autorizados en México era aún peor.18 En 2008, México
redujo significativamente las penas para los migrantes no autorizados
que se encontraban en el país y en 2011, sin duda en respuesta a la
situación de tránsito de tantos migrantes centroamericanos hacia el
norte, se decretó la Ley de Migración, que entre otras provisiones,
garantiza los derechos humanos a toda persona (mexicana o extranjera)
que se encuentre en el país.19
Sigue
siendo difícil conseguir una visa mexicana para los migrantes, así que
la población irregular en tránsito, especialmente desde el Triángulo
Norte, llegó a tales extremos que México implementó el Programa
Frontera Sur en julio de 2014; ahora cruzar ilegalmente a México desde
el sur es casi tan difícil como es el cruce ilegal a los Estados
Unidos. Los migrantes irregulares se quejan de los mismos abusos de los
agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) que los mexicanos y
otros lo hacen contra los agentes de la CBP y ICE. Los
lugares de hospedaje para estos migrantes son hostigados no sólo por
agentes sino también por los vecinos. La vigilancia incrementada se
lleva a cabo con la participación de diferentes países de Centroamérica
y Estados Unidos; ésta incluye programas mediáticos para el Triángulo
Norte que no sólo advierten de los peligros asociados con la migración
irregular sino que dejan claro que no serán acogidos en Estados Unidos.
En 2014, México deportó 107.814 migrantes; entre ellos 18.169 niños.
En un reporte del INM, solo en los primeros dos meses de 2015, 28.862
migrantes no autorizados fueron detenidos; el 92% de ellos del Triángulo
Norte de América Central.20 La vigilancia en la frontera y,
aún más, en los lugares tradicionales para buscar transporte hacia el
norte, se ha incrementado sustancialmente, en especial después de la
llegada de casi 70.000 menores no acompañados a la frontera de los
Estados Unidos en 2014.21 Su inesperada llegada resultó en
condiciones de detención tan deplorables que se entabló una demanda
legal que dio a las partes 30 días para llegar a un acuerdo sobre cómo
tratar a estos menores.22
Por
ley, las personas deportadas de los Estados Unidos tienen que ser
devueltas a su país de origen; por supuesto los mexicanos son devueltos
a México, donde entre los migrantes esperando a cruzar la frontera
estadounidense, sean mexicanos o de otras nacionalidades, y los
mexicanos devueltos, estas ciudades fronterizas con los Estados Unidos
tienen graves problemas para cobijarlos. Por el sur, México simplemente
devuelve los centroamericanos a Guatemala pero los Estados Unidos
deben devolverlos por avión; el proceso es costoso y toma tiempo. El
dinero destinado en el presupuesto federal referente a los inmigrantes
en situación irregular, solo cubre la deportación de unos 400.000 al
año. Con una población indocumentada de más de 11 millones, muchos de
los cuales tienen 10 años o más viviendo en los Estados Unidos, con
niños nacidos allá (y por tanto, ciudadanos de los Estados Unidos) y
con las nuevas entradas cada año que son detenidas en o cerca de la
frontera, la deportación no es una respuesta viable a la situación.23
IV.- El debate político sobre una reforma integral de la ley de inmigración
A causa de la problemática de los indocumentados, una reforma integral de la ley de inmigración (CIR)
se ha convertido en el nuevo tercer riel de un sistema de transporte
subterráneo en la política norteamericana; tóquelo y muere. Por no
poder superar las diferencias políticas sobre el tema en el Congreso, lo
referente a los indocumentados ha sido manejado por los tribunales, el
Ejecutivo y hasta las gobernaciones estatales y concejos municipales.
El problema central usualmente no es la inmigración per se, sino
factores que tienen que ver mayormente con temas relacionados con los
indocumentados: raza, economía, cultura e identidad. Todo eso sin
hablar de lo que quizás más influye actualmente, captar votos debido a
la posición tomada con respecto a los indocumentados. Parece que cada
vez que se acerca a una solución, sucede algún evento que pone fin a la
cooperación necesaria entre el partido Demócrata y el Republicano. La
última reforma parcial significativa fue más bien punitiva (la IIRAIRA de 1996); relacionada con la legislación estatal derivada de la Prop 187 en California de 1994. La IIRAIRA tampoco
resolvió los problemas de la entrada ilegal aunque ésta comenzó a
disminuir significativamente después de 2007, más por la situación
económica de aquel entonces que por la ley. No obstante, algunas de las
cláusulas de esta ley relacionadas con deportaciones, especialmente de
indocumentados que tenían años viviendo en los Estados Unidos, crearon
un creciente sentido de inconformidad; mientras tanto, se dedica cada
vez más presupuesto a la seguridad de las fronteras y al aumento de
agentes de la CBP y ICE.
El
gobierno federal dedica cada vez más recursos, especialmente después
de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, a deportar
indocumentados y asegurar la frontera, especialmente en el suroeste. No
solo ha incrementado el número de agentes en la frontera (Customs and Border Patrol o CBP) y en el servicio de Immigration and Customs Enforcement (antes INS y ahora ICE),
sino que ha construido una cerca reforzada de cientos de millas,
montado cámaras de control remoto, sensores de movimiento y, desde el
aire, helicópteros y sistemas aéreos no tripulados (los drones)
para vigilar el área fronteriza. Es cierto que no toda la incrementada
vigilancia está dedicada a la aprehensión o búsqueda de personas que
entran el país ilegalmente; una parte, quizás la más importante, tiene
que ver con la llamada Guerra a las Drogas, traficantes de personas,
drogas, dinero, armas y medidas anti-terroristas.24
En
respuesta a una ciudadanía sumamente afectada por los ataques
terroristas de 2001, las guerras siguientes en Afganistán e Irak, la
crisis de la banca causada por las hipotecas sin respaldo, la pérdida
de viviendas y la baja en la construcción y otros empleos, el Congreso
más bien se enfocó en cómo deshacerse de los inmigrantes no autorizados
en vez de ver la inmigración como otro factor de desarrollo y
progreso. A pesar de los esfuerzos del presidente George W. Bush en 2007
a favor de una reforma comprensiva de la inmigración (CIR), el
Senado, por la formación de bloques que no reflejaron afiliaciones
partidistas, nunca pudo lograr suficiente unidad sobre las provisiones
claves de la legislación. Un tercio de los Demócratas y 37 miembros de
su propio partido Republicano votaron en contra de una moción de
terminar el debate sobre el proyecto de ley.25 Quizás la
principal razón para no ser aprobada fue la creciente crítica debido a
que la nueva ley daría amnistía a millones de personas que habían
violado la ley existente, entrando o quedándose ilegalmente en el país;
así murió el primer intento serio de una CIR en más de veinte años.
Con
el siguiente desplome de la economía, el tema de la inmigración se
politizó por completo: ¿Cuál posición aseguraría el mayor número de
votos en elecciones locales, estatales o nacionales? Amnistía llegó a
ser la palabra prohibida para ciertos sectores de la vida nacional y
por tanto, sus representativos políticos. Las amnistías no habían
funcionado en 1986 o 1990 porque ya el número de migrantes
indocumentados era tres veces mayor. Se adoptó la posición de primero
sellar la frontera y luego discutir una nueva ley de inmigración y la
situación de los indocumentados.
No
obstante, el candidato presidencial demócrata en la elección de 2008,
Barack Obama, se comprometió a lograr la reforma de la ley de
inmigración. Fue elegido junto con un Congreso también controlado por
el partido Demócrata, pero en vez de comenzar con la situación
inmigratoria, dedicó su tiempo y esfuerzos a una ley para proveer un
seguro de salud accesible para todos, ahora más bien conocido como Obamacare.
Esta ley desató tanta controversia que, esencialmente, el Presidente
no ha podido encarar otra legislación de envergadura, como, por
ejemplo, una nueva ley de inmigración. Aunque la Cámara de
Representantes aprobó en 2010 un proyecto de ley para ayudar a los
jóvenes indocumentados que habían sido llevados a los Estados Unidos
por sus padres, éste falló en el Senado, otra vez por no poder poner
fin al debate. Los republicanos no han dejado sus duras críticas al
Presidente, tanto por lo que hace como por lo que no hace, y los
demócratas perdieron control de la Cámara de Representantes en las
elecciones de 2010.26
Para
2012, la lenta recuperación de la economía había comenzado; una
recuperación que muchos consideran sería más rápida si los Estados
Unidos reformaran la ley de inmigración. No sólo se deben atraer más
personas con habilidades especializadas para aumentar el crecimiento,
sino fomentar la inmigración estacional o para un trabajo de tiempo
definido y resolver la situación de los millones de indocumentados.
Existe otro motivo de importancia; los ciudadanos latinos y asiáticos
(estos últimos el grupo de mayor inmigración reciente en los Estados
Unidos con una población indocumentada de alrededor de 1.1 millones)
forman una minoría que crece más rápidamente que la población blanca no
hispana o la africano-americana. Hay cada vez más agrupaciones con
fines variados entre los inmigrantes; un propósito fundamental de todas
es mayor justicia social para sus integrantes, particularmente los
indocumentados.
Desde el año 2001, un proyecto de ley para fomentar el progreso, alivio y educación de menores indocumentados (conocido como DREAM Act por sus siglas en inglés, una palabra que significa sueños y sus beneficiarios como dreamers,
soñadores), había estado pendiente en el Congreso, pero nunca fue
aprobado aunque varios estados aprobaron sus propias versiones de la
ley. No obstante, por no existir un proceso formal para manejar los
casos de los dreamers, no hubo consistencia en su trato. A pesar de numerosos memorandos por parte de los directores de ICE y el Departamento de Seguridad (Homeland Security o DHS por
sus siglas en inglés), la discreción autorizada de no concernirse con
respecto a los indocumentados de bajo riesgo, no siempre fue aplicada.
Indocumentados con años viviendo en el país, con niños nacidos allá,
con trabajo estable, sin infracciones significativas de las leyes,
fueron deportados.
El 15 de junio de 2012, frustrado en parte por la inmovilidad del Congreso en cuanto a la aprobación de una ley de CIR,
además de otras razones que pudiera haber tenido, el presidente Obama,
mediante una acción de competencia ejecutiva, hizo público que la
discreción que había tenido la ICE por años respecto a no
concernirse con casos de indocumentados de bajo riesgo, tendría fuerza
oficial única; una acción diferida de deportación para los que llegaron
como niños (pronto conocida por sus siglas en inglés como DACA).27
La acción autorizó a los jóvenes sin residencia legal a buscar
trabajo, tener una tarjeta de seguridad social cuyo número permite
abrir una cuenta bancaria, obtener una tarjeta de crédito, solicitar un
préstamo para la educación universitaria, obtener una licencia para
manejar, etc., sin temor a ser deportados por indocumentados. Hay
ciertos requisitos: entre otros, haber entrado antes de los 16 años y
no tener más de 30, haber sido residente por lo menos cinco años
consecutivos antes del 15 de junio de 2012, y no haber cometido una
violación significativa de la ley; la acción diferida fue válida por dos
años y renovable. Quienes tuvieron acceso inmediato al diferimiento
fueron aquellos entre 15 y 30 años de edad que estaban en bachillerato o
ya tenían el título de bachiller o que habían servido en las fuerzas
armadas; los jóvenes que no cumplían con estos requisitos para el
momento, podrían buscar su inclusión tan pronto los llenaran.28 Puesto que la acción ejecutiva tenía provisiones tan similares al proyecto de ley DREAM, los beneficiarios también se llaman dreamers;
por supuesto, aunque millones de personas, y no solo los inmigrantes,
aplaudían el hecho, hubo numerosos críticos que estaban totalmente
opuestos a semejante uso del poder ejecutivo, sosteniendo que usurpó la
autoridad legislativa del Congreso. Aunque el Presidente dejó claro que
no es una amnistía, no conduce a la ciudadanía y es temporal, para
muchos, parecía un primer paso a una amnistía. Los primeros en entablar
una demanda fueron 10 agentes de la ICE seguidos por el estado de Arizona. En este último caso, la Corte Suprema dictó que DACA no
es una ley, sino el ejercicio de discreción por parte de la Agencia
cuyos agentes deben decidir si el trámite de deportación es realmente
el más oportuno uso de los escasos recursos disponibles.29
En
las elecciones de ese año, Barack Obama venció a su competidor
republicano, quien insistió, con referencia a la situación de los
indocumentados, que ellos deben recibir apoyo para retornar a su país
de origen, o, como algunos calificaron esta idea, autodeportarse. El
hecho que el candidato republicano a la presidencia en 2012 perdió el
70% del voto latino no impidió que los republicanos ganaran otra vez en
la Cámara. Los demócratas todavía controlaron el Senado y lograron
aprobar un proyecto de ley CIR en 2013 con el apoyo de catorce
republicanos. La Cámara no solo no presentó su propio proyecto, sino
que ni siquiera discutió el del Senado.30 Después de más de
un año de palabras cruzadas entre el presidente Obama y el Presidente
de la Cámara de Representantes sobre una reforma comprensiva, en las
elecciones de 2014, los demócratas perdieron el Senado también. Los
republicanos ya controlan ambas cámaras y según su manera de entender
en cuanto al tema de la inmigración, por lo menos respecto a los
indocumentados, los votantes ya habían hablado.
Las
comunidades de inmigrantes, especialmente los latinos, habían
orquestado manifestaciones en la capital y en varios estados en apoyo
de DACA y la nueva iniciativa del Senado para una reforma
completa de la ley de inmigración, pero se quedaron decepcionados; la
iniciativa falló y DACA no llenó todas sus aspiraciones. En
primer lugar, dejó a los padres y otros parientes fuera, así que
seguían viviendo con el temor de regresar a su hogar y encontrar a uno o
varios miembros de la familia detenidos por la ICE, y no tocaba a la generalidad de los indocumentados.
Habiendo tenido un éxito relativo con DACA31
y después del fracaso del proyecto de ley de reforma, el presidente
Obama cumplió su promesa hecha antes de las elecciones de 2014. Tomó
otro paso para aliviar la situación de un gran número de
indocumentados; el 20 de noviembre, Obama anunció unas acciones
ejecutivas para extender la vigencia de DACA con mayores
beneficios, pero más importante, extender los beneficios a los padres
indocumentados de los ciudadanos o de residentes legales permanentes (LPR, por sus siglas en inglés). Una vez más, esta nueva acción (DAPA, por sus siglas en inglés) no es una ley sino otro ejercicio de discreción ejecutiva, con requisitos algo distintos a los de DACA. El DHS (que tiene autoridad sobre la CBP y ICE)
emitió un memorando ese mismo día estableciendo las prioridades para
la deportación de inmigrantes no autorizados. En primer lugar está la
gente que representa una amenaza a la seguridad nacional, la seguridad
pública o la seguridad fronteriza. En segundo lugar, están las personas
condenadas por varios delitos menores (excluyendo citaciones de
tráfico) y las personas que cruzaron la frontera después del primero de
enero de 2014. La categoría con la prioridad más baja es para las
personas con órdenes de deportación efectivas después del primero de
enero. Una vez más, se deben ejercer amplia discreción con los
indocumentados de bajo riesgo. Las acciones señaladas aquí son parte de
otras revisiones ejecutivas referentes a la inmigración pero esta vez,
el presidente Obama no ha tenido el mismo éxito.32
Quizás fue demasiado inhumano quejarse mucho de la DACA porque
se refería a jóvenes traídos al país por sus padres, pero darle alivio
a esos mismos padres fue demasiado para los republicanos,
especialmente los miembros de la facción Tea Party, los más conservadores. La primera idea fue sólo autorizar el presupuesto para el DHS con
tal de que los fondos para implementar las acciones del Presidente
Obama no fuesen incluidos; luego se los autorizó, pero sólo hasta el 15
de marzo porque USCIS, la agencia encargada de procesar las solicitudes, es parte del DHS.
Los republicanos y el Presidente entraron en un juego de todo o nada
referente a la aprobación de los fondos hasta octubre de 2015. También
la Cámara aprobó un proyecto de ley el 4 de diciembre de 2014 (219-197)
el cual dice que DACA y DAPA no tienen un basamento
legal o en la constitución. En enero, la Cámara votó (218-209) para
incluir una enmienda en el presupuesto para DHS que nulificaría las protecciones para quienes se registraron para DACA. Los fondos para el DHS ($40 mil millones) incluían una restricción a la autoridad del Presidente de establecer prioridades para la deportación.
Los
gobernadores republicanos, en general, se opusieron a las acciones
ejecutivas y de hecho, un grupo de 26 estados, encabezado por Texas,
demandó a los ejecutores de las acciones en un tribunal federal en
Texas. El tribunal no ofreció un juicio sobre la constitucionalidad o
no de las acciones, pero sí juzgó que el gobierno federal no había
cumplido con la Ley de Procedimientos Administrativos, por no haber
dado preaviso ni realizado consultas con las partes afectadas. Se dictó
un aplazamiento preliminar a la implementación tanto de la DAPA como de las extensiones al programa DACA, aunque el Gobierno Federal admitió que había estado procesando las extensiones a la DACA desde
diciembre de 2014. El gobierno apeló la decisión del aplazamiento,
pero el 26 de mayo de 2015, la apelación fue denegada. Dos de los tres
jueces opinaron que el gobierno probablemente no ganará una apelación
basada en los méritos del caso tampoco; no obstante, la Casa Blanca
seguirá con la presentación de su caso para el juicio sobre sus méritos
en el Quinto Circuito Corte de Apelaciones.33
Quienes
presentaron escritos, tanto por parte de los demandantes como por los
demandados, condujeron a que uno de los jueces comentaba: la
naturaleza política de esta disputa está clara. Los republicanos, ya
en control de ambas cámaras, están conscientes de la necesidad de una
reforma comprensiva de la ley de inmigración, aunque todavía no hay
unanimidad en cuanto al trato legal que deben recibir los
indocumentados. La unidad republicana ahora está en su oposición al
presidente Obama. El presidente de la Cámara de Representantes, John
Boehner, y el presidente Obama se han enfrentado tantas veces sobre una
reforma, cada uno indicando que la falta de una reforma es la culpa
del otro, que parece que mientras Obama sea presidente, la Cámara de
Representante no aprobará reforma alguna.
And the Band Played On34
Aunque
es el título de un documental y una obra de teatro que se refieren a
las miles de personas que contrajeron SIDA y la sordera política frente
a su situación, parece un subtítulo apropiado para cerrar este
estudio, en vista de que el tema de los indocumentados en los Estados
Unidos concierne a más de 11 millones de personas, y la sordera
política juega
Notas
1 Estas visas son limitadas a 55.000 por año, con 5.000 reservadas bajo la Nicaraguan and Central America Relief Act (1997).
La Ley de Inmigración de 1990 estableció la lotería para proveer más
visas permanentes a los nacionales de países con poca inmigración a los
Estados Unidos; los países seleccionados varían de un año a otro.
2 www.pewhispanic.org/2014/04/29/ statistical-portrait-of-the-foreign-born-population-in-the-united-states-2012
3 Massey,
D. S. y Pren, K. A. (2012) Unintended Consequences of US Immigration
Policy: Explaining the Post-1965 Surge from Latin America, www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3407978/; también publicado en Population Development Review (2012) 38/(1), 1-29.
4 Public Law 95-412-Oct. 5, 1978. www.gpo.gov/fdsys/pkg/STATUTE-92/pdf/STATUTE.92-Pg907.pdf
5 Briggs, V. M. , Jr. (1982) Report of the Select Commission on Immigration and Refugee Policy: A Critique, http://digitalcommons.ilr.cornell.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1035 & context=hrpubs
6
Para los que quieren probar suerte con el examen de conocimiento del
inglés o sobre la historia cívica del país, hay exámenes para practicar
en: www.uscis.gov/citizenship
7 Cooper, B. y ONeil, K. (2005) Lessons Learned From The Immigration Reform and Control Act of 1986 www.migrationpolicy.org/research/lessons-immigration-reform.and-control-act-1986
8 Immigration Act of 1990, 104 Stat. 4978. www.justice.gov/sites/default/files/eoir/legacy/2009/03/04/IMMACT1990.pdf
9 CRS Report for Congress, California´s Proposition 187: A Brief Overview, www.congressionalresearch.com/97-543/document.php?study=CALIFORNIA%26%23146%3BS+PROPOSITION+187+A+BRIEF+OVERVIEW
10 Unauthorized Immigrant Population Trends for States, Birth Countries and Regions, www.pewhispanic.org/2014/12/11/unauthorized-trends/
11 Illegal Immigration Reform and Immigrant Responsibility Act, www.gpo.gov/fdsys/pkg/PLAW-104publ208/pdf/PLAW-104publ208.pdf
12 Wilson,
T. D. (2012) Anti-immigrant Sentiment and the Problem of
Reproduction/Maintenance in Mexican Immigration to the United States.
blogs.dickenson.edu/latinomosaic/files/2012/02/Anti-immigrant-Sentiment-and–theProblem-of-Reproduction-Maintenance-in-Mexican-Immigration-to-US.pdf
13 www.pewhispanic.org./2014/12/11/unauthorized-trends/
14 Passel, J. S. y Cohn, D. (2009), A Portrait of Unauthorized Immigrants in the United States, www.pewhispánic.org/2009/04/14/a-portrait-of-unauthorized-immigrants-in-the-united-states/
15 Massey y Pren (2012) Unintended Consequences, Table A1.
16 Castillo, C. (2015) Las Patronas, Acontecer Migratorio (CEPAM, Caracas, revista en línea), 38:2, págs. 10-11.
17 Martínez,
O. (2014) Desafíos del tren llamado La Bestia,
www.revistenie.clarin.com/ideas/Deasafios-tren-llamado-Bestia_0_1253274688.
Excelente informe narrativo sobre el porqué y cómo funciona este
método de viajar hacia el norte, publicada en Ñ, Revista de Cultura.
Habla del padre Alejandro Solalinde quien, como Norma Romero Vázquez,
la organizadora de Las Patronas, recibió el Premio Nacional de Derechos
Humanos de México.
18 González-Murphy, L. V. y Koslowski, R. Entendiendo el cambio a las leyes de inmigración de México. www.wilsoncenter.org/sites/default/files/KOSLOWSKI%20Spanish1.pdf
19 Dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=519077 & fecha=25/05/2011
20 Boggs, C. (2015), Actualización sobre el Programa Frontera Sur de México, www.wola.org/es/comentario/ actualización_sobre_el_programa_frontera_sur_de_mexico_nuevas_rutas_mas_depor_y_l; Diario.mx/Nacional/2015-04-10-938bafa0/se-duplica-la-captura-de-indocumentados-en-mexico/
21 Children in danger: A guide to the Humanitarian challenge at the Border. www.immigrationpolicy.org/special-reports/children-danger-guide-humanitarian-challenge-border
22 Vallbona, N. Judge tentatively rules against restrictive detention facilities. ncronline.org/blog/immigration-and-church/judge-tentatively-rules-against-restrictive-detention-facilities
23 Es
importante notar que más del 60% de los inmigrantes no autorizados
llevan 10 años o más en los Estados Unidos; no se puede seguir
ignorándolos. Aunque la patrulla fronteriza (CBP) detuvo a más de 480.000 personas no autorizadas al entrar en el año fiscal 2013-2014, la ICE solo
deportó a un poco más de 100.000 personas desde el interior del país,
lo cual parece indicar que están funcionando las prioridades en cuanto a
los indocumentados de bajo riesgo. Obama Acts: DAPA and DACA, Rural Migration News, January 2015(21:1) migration.ucdavis.edu/rmn/more.php?id=1874
24 www.dhs.gov/news/2014/12/02/written-testimony-dhs-secretary-jeh-johnson-house-committee-homeland-security
25 Pear, R. y Hulse, C. Immigration Bill Fails to Survive Senate Vote, www.nytimes.com/2007/06/28/washington/28cnd-immig.html
26 Beinart, P. Waiting for Republicans to Act on Immigration Is Pointless. www.theatlantic.com/politics/archive/2014/11/boehners-immigration-threat-more-of-the-same/382567/
27 President Barack Obama, Remarks by the President on Immigration, www.whitehouse.gov/the-press-office/2012/06/15/remarks-president-immigration
28 www.immigrationpolicy.org/special-reports/two-years-and-counting-assessing-growing-power-daca
29 Fathali, H. The American DREAM: DACA, DREAMers, and Comprehensive Immigration Reform. Digitalcommons.law.seattleu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2203 & context=sulr. Un excelente estudio de las complejidades legales envueltas en los asuntos inmigratorios.
30 Análisis de la propuesta de ley del Senado (S. 744) y las prioridades de las mujeres para la reforma migratoria, www.webelongtogether.org/es/news/análisis-de-la-propuesta-de-ley-del-senado-s-744-y-las-prioridades-de-las-mujeres y Kim, S. M. (2013) Immigration reform bill 2013: Senate passes legislation 68-32, www.politico.com/story/2013/06/immigration-bill-passes-93530.html
31
Solo unas 700.000 personas hicieron una solicitud aceptada. Hay muchas
personas más que pudieron haberlo hecho, pero por falta de confianza, o
el monto necesario para hacer la solicitud ($465), o ignorancia del
programa, no lo hicieron. Markon, J. y Somashekhar, S. Obama´s 2012 DACA move offers a window into pros and cons of executive action,
www.washingtonpost.com/politics/obamas-2012-daca-move-offers-a-window-into-pros-and-cons-of-executive-action/2014/11/30/88be7a36-7188-11e4-89bd390a3340_story.html
32 A Guide to the Immigration Accountability Executive Action, www.immigrationpolicy.org/special-reports/guide-immigration-accountability-executive-action
33 Pdfserver.amlaw.com/nlj/Texas%205th%20Circuit%20deny%20stay%20NLJ.pdf
34 Y
la banda continúa tocando
Aparte de esta referencia más reciente,
algunas personas piensan que se refería originalmente a la orquestra
que tocaba a bordo del Titanic mientras se hundía.